Chistes de Presupuesto

Estos son los 6 chistes de presupuesto y más graciosos bromas sobre presupuesto que matan de risa. Lea chistes acerca presupuesto que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de presupuesto para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre presupuesto para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El mecánico le dice al cliente:
    Bueno, el precio final ha sido un poco más alto que el presupuesto inicial, su batería necesitaba un coche nuevo.
  2. Con la idea de darle una sorpresa a su marido, una señora pasa a la oficina de su esposo sin avisar. Al abrir la puerta lo encontró con su secretaria sentada en su regazo.
    Sin titubear, el marido dictó:
    - "... y en conclusión, señores, a pesar de los recortes de presupuesto, no puedo continuar las operaciones en esta oficina con una sola silla..."
  3. 6 razones principales por las cuales Bill Gates quiere ser presidente de los Estados Unidos:
    1) Escuchó decir que alguna agencia gubernamental usaba UNIX.
    2) Piensa que sería agradable ser el presidente de dos grandes negocios.
    3) Su ego necesita inflarse un poco.
    4) Perdió las llaves de su mansión, así que necesita un nuevo lugar para vivir.
    5) Cree que puede usar Microsoft Money para balancear el presupuesto.
    6) Quiere hacer de Windows 2000 el sistema operativo oficial en los Estados Unidos.
  4. La factura del hotel Un tipo se va de vacaciones con su mujer. Como quiere que ella disfrute, elige el que les recomienda la agencia. El establecimiento parecía muy lujoso y tenía un precio razonable.
    Pues bien, mientras estuvieron allí, todo fue sobre ruedas hasta que llegó el momento de pagar la cuenta...
    La factura se había disparado hasta unas cifras desaforadas.El hombre se dispuso, lógicamente, a cursar la correspondiente queja, puesto que en la agencia de viajes el presupuesto que les habían facilitado era bastante más barato.
    - Oiga, verá es que he estado mirando la cuenta, y aquí hay cosas que están equivocadas.
    -A ver dígame...
    -Mire, aquí dice: "Uso de piscina 400 euros", y ni yo ni mi mujer hemos ido un sólo día a la piscina.
    - Ya, pero hay piscina, la tenía a su disposción y si no la ha usado es su problema...
    - También dice: "Uso de la biblioteca: 200 euros" y ni sabía que existía una bliblioteca.
    - Mire usted, existe y si no la ha usado eso es algo que a nosotros no nos importa.
    - Y que me dice lo de: "Consumo bebidas en mini-bar: 630 euros". ¡No hemos probado ni gota de alcohol!
    - ¿Qué quiere que le diga..., ahí lo tenía...
    - Bien. La cuenta asciende a 4800 euros ¿verdad?, pues aquí le dejo 2000 y damos por zanajada la cuestión.
    - ¿Cómo dice?
    -Lo que ha oido.
    -Pero faltan 2.800 euros -protesta el empleado del hotel.
    - Sí, pero es lo que les cobro por hacerlo con mi mujer.
    - ¡Pero si no la hemos tocado! Le juro que ni un empleado de este hotel ha hecho el menor intento...
    - Sí, pero ahí la teníais. ¡Si no lo habéis hecho es vuestro problema!
  5. Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada.
    El abejorro gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo con mucha experiencia. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
    Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva feliz trabajaba y trabajaba.
    El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
    Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo computador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.
    Así crearon el cargo de Gerente del Área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial . El nuevo gerente necesitó, claro está, un nuevo computador y, cuando se tiene más de un computador, hay que tener una red local.
    El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior), para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.

    La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la libélula. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
    Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe:
    "Hay demasiada gente en este departamento ..." Así el gerente general siguió el consejo del consultor y ... despidió a la hormiga productiva y feliz.
    Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, instala tu propia empresa.
  6. Una noche, Clementina va conduciendo a su casa cuando se desata una tremenda granizada que deja su coche lleno de abolladuras. Al día siguiente lleva el vehíc**... al taller para que le hagan un presupuesto de reparación. El mecánico le hace un guiño a su compañero y le dice a Clementina que si sopla con fuerza por el tubo de escape, las abolladuras desaparecerán.
    Al llegar a su casa, Clementina se pone a soplar con todas sus fuerzas por el escape del coche. En eso llega la amiga con quien comparte la vivienda y le pregunta qué está haciendo. Clementina le explica lo que le dijo el mecánico.
    Pero no da resultado, añade, haciendo una pausa para tomar aliento.
    ¡No seas tonta!, le dice su amiga, ¡primero tienes que cerrar las ventanillas!