Chistes de Quirófano
Estos son los 7 chistes de quirófano y más graciosos bromas sobre quirófano que matan de risa. Lea chistes acerca quirófano que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de quirófano para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre quirófano para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Esto es un hombre al que le van a operar. Al entrar al quirófano dice el médico:
- Vamos a poner anestesia.
Y dice el hombre:
-Anestesia no!, prefiero la Cenicienta. - Doctor Martínez, preséntese a la sala de quirófanos.
Pero si ya me la presentaron el otro día. - Llevan a Emily de emergencia al hospital pues ha sufrido un paro cardíaco. La llevan de inmediato al quirófano, y en medio de la operación, Emily tiene una experiencia de ultratumba. Se ve así misma caminando por el famoso túnel y al final esta Dios esperándola. Al verlo Emily le dice:
Dios mío, te agradezco la vida que me diste, a pesar de que muero a los 62, no tengo de que quejarme.
Dios le contesta:
Emily, aún te quedan 40 años de vida, disfrútalos.
Al oír esto Emily despierta en su cuarto de hospital. Allí decide que si va a vivir 40 años más, pues se los disfrutará. Se hace una cirugía plástica, se pone implantes de silicona, se hace liposucción, en fin queda como una joven de 20. Al fin es dada de alta del hospital y al salir, viene una ambulancia y la mata.
Llega Emily de nuevo frente a Dios y le dice:
Señor, me dijiste que viviría 40 años más.
A lo que Dios le contestó:
Ay, perdóname Emily, fue que no te reconocí. - Apendicitis Un camillero mientras lleva al paciente camino del quirófano:
- Pero ¿por qué tiembla usted tanto?
- Es que he oído que la enfermera decía que la operación de apendicitis es muy sencilla y que no había por qué estar nervioso y que todo iba a salir bien.
- Pues claro, todo eso se lo dijo para tranquilizarle porque es verdad.
- No, no, si es que no me lo decía a mi, sino al cirujano! - Un tipo pierde las orejas en un accidente. No hay cirujano plástico que pueda ofrecerle solución alguna. Se entera de que en Suiza hay un cirujano muy bueno y decide viajar a consultarse con él. El galeno le examina, reflexiona por un rato y, finalmente, dice:
Pues sí, creo que puedo ayudarle. Le operan y, días después de salir del quirófano le quitan los puntos y lo mandan a su hotel.
A la mañana siguiente, enfurecido, llama al cirujano suizo:
¡Desgraciado! ¡Me ha puesto orejas de mujer!
Pues, hombre, son orejas igual, no hay diferencia entre si son de mujer o de hombre.
¡Está equivocado!, interrumpe, iracundo, sí hay diferencia.
¡Ahora lo oigo todo, pero no entiendo nada! - En la sala de espera de un hospital está un grupo de familiares angustiados. De pronto, de la puerta del quirófano sale un médico para comunicarles el resultado de la arriesgada operación.
- Familiadez del señod Fednandez: debo cobudicadlez que dedgaciadamente el señod ha muedto.
La esposa, alterada grita:
- No me joda!!!
- Ni mejoda, ni mejodó, ni mejodadá. Ha muedto. - Estando ya en el hospital, una parturienta primeriza recibe la visita de un médico que sacando su estetoscopio, le dice que necesita oír el foco para calcular cuánto tiempo se va a tardar en llegar el momento del parto. Después de oírle el vientre, sale apresurado sin decirle nada a la paciente.
A los quince minutos llega otro médico y le dice que se descubra por favor, para poder oírle nuevamente el foco y calcular el tiempo de llevarla a quirófano. A los veinte minutos otro nuevo doctor le dice lo mismo y se retira después de oírle el vientre con su aditamento. La paciente está nerviosa por no saber qué tiempo le falta para el parto, y llama con el timbre a la enfermera.
Sin embargo se presenta un trabajador que trae consigo una escalera y una petaca de herramientas, diciéndole simplemente que trae la orden de cambiar, ¡Un foco!
Contar chistes de quirófano es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.