Los Mejores 9 Chistes de Rios

A continuación se muestra nuestra colección de anécdotas divertidas y chistes sobre Rios. Hay algunos chistes de rios cortos que nadie conoce (para contarle a tus amigos) y para hacerte reír a carcajadas.

Tómese su tiempo para leer esos juegos de palabras y acertijos en los que hace una pregunta con respuestas, o donde la configuración es el remate. Esperamos que encuentres estos juegos de palabras con rios lo suficientemente divertidos como para contarlos y hacer reír a la gente.

Top 10 de los Rios chistes y juegos de palabras más divertidos

¿Por qué los ríos no se secan?
Porque no tienen toallas.

Ahogando en el río

Esto es un hombre que se estaba ahogando en el río y chillaba:
- Socooorrooooo!!!... Que me ahoooogoooo!!!
En eso que pasa un tío por la orilla y le dice:
- Llore.
- Que me ahoooogooo!!!
- Llooooreeee.
- Y para que quiere que lloooreee?
- Para que se desahogue hombreee!!

-Cuando llegue el juicio final -decía el predicador- habrá rayos y truenos.

Los ríos nos inundarán, habrá terremotos, y lloverá fuego del cielo. Un niño que pasaba por allí con su madre, se vuelve hacia ella y dice:
- ¿Ese día no tendremos colegio, verdad mamá?

Un hombre iba a toda velocidad, y se encuentra con un policía y el policía dice:


- Señor, cual es su nombre?
Él: - Ja-ja i me rio.
Policía: - Señor, no estoy para juegos, deme su verdadero nombre!.
Él: - Ja-ja i me rio.
Policía: - Bueno, si no me da su nombre, pues deme su identificación!.
El policía recibió la identificación y empezó a leer:
Nombre: Jaime
Apellido: Ríos
Debilidad: tartamudo.

Cruzar el río

Un hombre al lado de un río que quiere atravesar, le pregunta a otro hombre que estaba al otro lado del río:
- ¿Es muy profundo este río? ¿Se puede pasar sin que me cubra?
- Sí, claro que sí, sin problema. Es un río muy seguro y tranquilo.
En esto que el hombre se mete todo dispuesto en el río, y de repente se le empieza a llevar la corriente río abajo. Cruza como puede nadando a la desesperada y sale del río, se dirige enfadadísimo hacia el hombre:
- Pero tú, desgraciado!! Cómo me dijiste que el agua no cubría y que se podía cruzar sin ningún problema el río!!??
- Ah... pues... hace unos minutos lo cruzó un patito y el agua no le cubría nada!

Un ateo estaba paseando en un bosque, admirando toda la belleza de la naturaleza .


- Pero ¡qué árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! iba diciendo a medida que caminaba a lo largo del río.
Luego escucha un ruido en los arbustos detrás de él.
Se volteó para mirar.
Fue entonces que vio un enorme oso-pardo caminando en su misma dirección. Se largó a correr lo más rápido que pudo.
Miró por encima del hombro y vio que el oso estaba demasiado cerca. ¡Aumentó la velocidad!
Era tanto su miedo que los ojos se le llenaron de lágrimas.

Fue entonces que se tropezó y cayó desamparado. Rodó por el suelo. Rápidamente, intentó levantarse, pero…
El oso ya estaba sobre él, procurando agarrarlo con su fuerte pata izquierda y con la otra pata, lo trataba de agredir ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo exclamó: Oh, ¡Dios mío!
Entonces el tiempo paró. El oso se quedó sin reacción. El bosque se sumergió en total silencio.
Hasta el río paró de correr. A medida que una luz clara brillaba, una voz venía del cielo diciendo:
– Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que yo no existía, y redujiste la creación a un accidente cósmico.
¿Esperas que yo te ayude a salir de este apuro?
¿Debo esperar que tengas fé en mí?
El ateo miró directamente a la luz y le dijo:
– Sería, de hecho muy hipócrita de mi parte, pedir que, de pronto, me pases a tratar como un creyente.
Más tal vez… ¿pudieras convertir al oso y hacerlo cristiano?
– Muy bien, dijo la voz. La luz desapareció. El río volvió a correr y los sonidos del bosque regresaron.
Entonces el oso recogió sus patas, las juntó en actitud de oración, hizo una pausa, bajó la cabeza y dijo:
Señor, bendice este alimento que ahora me voy a comer. Amén

Un ateo estaba paseando en un bosque, admirando toda la belleza de la naturaleza .


- Pero ¡qué árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! iba diciendo a medida que caminaba a lo largo del río.
Luego escucha un ruido en los arbustos detrás de él.
Se volteó para mirar.
Fue entonces que vio un enorme oso-pardo caminando en su misma dirección. Se largó a correr lo más rápido que pudo.
Miró por encima del hombro y vio que el oso estaba demasiado cerca. ¡Aumentó la velocidad!
Era tanto su miedo que los ojos se le llenaron de lágrimas.
Fue entonces que se tropezó y cayó desamparado. Rodó por el suelo. Rápidamente, intentó levantarse, pero…
El oso ya estaba sobre él, procurando agarrarlo con su fuerte pata izquierda y con la otra pata, lo trataba de agredir ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo exclamó: Oh, ¡Dios mío!
Entonces el tiempo paró. El oso se quedó sin reacción. El bosque se sumergió en total silencio.
Hasta el río paró de correr. A medida que una luz clara brillaba, una voz venía del cielo diciendo:
– Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que yo no existía, y redujiste la creación a un accidente cósmico.
¿Esperas que yo te ayude a salir de este apuro?
¿Debo esperar que tengas fé en mí?
El ateo miró directamente a la luz y le dijo:
– Sería, de hecho muy hipócrita de mi parte, pedir que, de pronto, me pases a tratar como un creyente.
Más tal vez… ¿pudieras convertir al oso y hacerlo cristiano?
– Muy bien, dijo la voz. La luz desapareció. El río volvió a correr y los sonidos del bosque regresaron.
Entonces el oso recogió sus patas, las juntó en actitud de oración, hizo una pausa, bajó la cabeza y dijo:
Señor, bendice este alimento que ahora me voy a comer. Amén

El Borrachito

Un borracho ve a un grupo de "bautistas" dentro de un río practicando el rito del Bautismo.
Sín pénsarselo dos veces, el borrachito entra dando traspiés dentro del agua, se acerca al predicador y se queda a su lado.
Entonces el predicador se gira, ve al viejo borracho y le pregunta:
-Señor, ¿está usted preparado para encontrar a Jesús?
El borrachito se da la vuelta y dice:
-Si, lo estoy.
El predicador entonces sumerge al tipo dentro del agua, lo vuelve a sacar y le pregunta:
-¿Ha encontrado a Jesús?
-No -responde el borracho.
El predicador lo vuelve a sumergir un poco más de tiempo y cuando lo saca le pregunta:
-Y, ahora, hermano, ¿has encontrado a Jesús?.
-No – vuelve a responder el borracho.
Enfadado, el pastor lo agarra, sumerge la cabeza dentro del agua durante casi un minuto y enojado le pregunta otra vez:
-Por la gracia de Dios!!! ¿has encontrado a Jesús ya?
El viejo borracho se seca los ojos y medio ahogado le implora:
-No, carajo!!!...pero....está seguro que se cayó por aquí?

Un profesor pasando lista:


Carlos Martínez
¡Presente!
Raúl Lozano
¡Presente!
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Al día siguiente vuelve a pasar lista
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Y bueno, el profesor enojado piensa que no puede ser, que ese niño todos los días haga lo mismo.
Entonces al día siguiente vuelve a pasar la lista.
Pablo Ríos
¡Presente!
Botones Juan
¡Se me caen igual!

Basta pensar que hay chistes basados en la verdad que pueden derribar gobiernos, o chistes que hacen reír a las chicas. Muchos de los rios los chistes y los juegos de palabras son chistes que se supone que son divertidos, pero algunos pueden ser ofensivos. Cuando los chistes van demasiado lejos, son crueles o racistas, tratamos de silenciarlos y será genial si nos das tu opinión cada vez que un chiste se vuelve intimidante e inapropiado.

Sugerimos usar solo rios bromas para adultos y blagues para amigos. Algunos de los chistes obscenos y obscenos son divertidos, pero utilícelos con precaución en la vida real. Intenta recordar chistes divertidos que nunca hayas escuchado para contarles a tus amigos y te harán reír.

Chistes y Risas