Chistes de Termómetro

Estos son los 6 chistes de termómetro y más graciosos bromas sobre termómetro que matan de risa. Lea chistes acerca termómetro que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de termómetro para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre termómetro para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Era un niño que le dice al padre:
    Papá el termómetro ha bajado.

    ¿Mucho?
    Pues sí, unos 10 metros, se ha caído de la ventana.
  2. Le pregunta el doctor Tilla a un paciente:
    - ¿Y dónde nota usted la molestia?

    - En el brazo derecho. Hace cinco días que llevo el termómetro que usted me puso.
  3. Oye Manolo, dime, ¿cuántos grados marca el termómetro?
    Cero grados.
    ¡Que bueno ni frio ni calor!
  4. ¿En qué se parece una maestra y un termómetro?
    En que cuando los dos marcan cero todos tiemblan.
  5. Dos enfermeras se cruzan por un pasillo en un hospital:
    - Pepi, ¿qué haces con ese termómetro en la oreja?
    - Ostras, ¡dónde dejé mi lápiz!
  6. Un ingeniero, un contable, un químico, un informático y un funcionario se vanaglorian por tener cada uno un maravilloso perro.
    El ingeniero llama a su can:
    - ¡Raíz cuadrada, enséñanostu talento!
    La perra avanza hasta una pizarra y dibuja rápidamente un cuadrado, un círculo y un triángulo.
    El contable dice a su perro:
    - ¡Balance, enséñanos lo que puedes hacer!
    El perro va hasta la cocina, y vuelve con una docena de galletas, y las apila en 3 montones iguales de 4 galletas.
    El químico dice que su perro puede hacerlo mejor:
    - ¡Termómetro, haz tu número!
    El perro abre la nevera, coge un litro de leche, va al armario a conseguir un vaso de 10 cl. y vierte exactamente 8 cl. en el vaso sin derramar una gota.
    El informático piensa que se va a quedar con todos:
    - ¡Disco duro, impresiónales!
    El perro se instala delante del ordenador, lo arranca, inicia el programa antivirus, envía un mail e instala un nuevo juego.
    Los 4 hombres se vuelven hacia el funcionario y le preguntan:
    - Y tu perro, qué puede hacer?
    - Cafelito, enséñanos los talentos del funcionariado!
    El perro se levanta, hace un crucigrama en la pizarra, se come las galletas, se bebe la leche, juega un solitario en el ordenador, se monta a la perra del ingeniero y simula haberse lesionado la espalda en la labor, por lo que rellena un formulario de accidente laboral y coge una baja de seis meses.