Chistes de Tuerca

Estos son los 8 chistes de tuerca y más graciosos bromas sobre tuerca que matan de risa. Lea chistes acerca tuerca que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de tuerca para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre tuerca para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Se encuentran dos hombres y uno le pregunta al otro:
    ¿En que trabajas?

    - Aprieto tuercas
    ¿Eres mecánico?
    - No soy psiquiatra. ¿y tú?
    Que graciosa tu respuesta, yo muevo vacas
    - ¿Eres ganadero?
    No, profesor de gimnasia
  2. -¿De qué trabajas?
    -Aprieto tuercas...
    -¿Eres fontanero?
    -No, soy psiquiatra... ¿y tu?
    -Yo muevo vacas...
    -¿Eres ganadero?
    -No, soy monitor de zumba!
  3. Va un tio de vacaciones a sevilla y encuentra a un sevillano y le pregunta
    Oiga buen hombre me puede decir donde esta el puente de triana?
    Y le dice si tira recto despues tuerce a la izqierda y despues de aquella subida hay una redonda....
    El tio ya harto le dice oiga y me puede decir donde esta el c**... de su madre?
    Y le contesta el sevillano si montate en la polla de mi padre y te deja en la misma puerta
  4. Ingenieros en un coche. En un coche hay tres ingenieros: uno es mecánico, otro electrónico y el último es informático.
    De repente el coche se para, y el mecánico dice:
    -Me bajo y le echo un vistazo a ver que pasa.
    El ingeniero mira el motor, aprieta las tuercas, revisa la gasolina...
    -Pues yo no he encontrado nada raro, dice.
    -Espera que me bajo yo a ver si le falla algo eléctrico, dice el segundo.
    El electrónico mira la conexión entre cables, la batería...
    -Pues yo me he quedado igual, dice.
    Y a esto salta el informático:
    -Oye, ¿qué tal si probamos a bajarnos y a subirnos otra vez?
  5. Esta un hombre con su auto accidentado frente a un manicomio con la llanta desmontada y lleva ya mucho tiempo pensando como ponerla porque no tiene tuercas para sostenerla.
    En el portón del manicomio esta un loco observándolo y este le dice: Sería conveniente que le quitase una tuerca a cada una de las tres llantas para sostener esa, y el hombre responde tienes razón, pero como ¿tu no estas loco? Y este le responde si, estoy aquí por loco no por bruto.
  6. Va un señor con rumbo a una reunión de negocios muy importante. Estalla un neumático de su auto, justo frente a un manicomio. El señor toma sus herramientas y baja del auto, saluda a un loco que estaba observándolo por una ventana. El señor quita las tuercas y va a la parte trasera del auto por el repuesto del neumático, pero cuando vuelve no encuentra las tuercas, por lo que no puede poner el repuesto.
    Se preocupa y pone cara de desesperación porque se le hace tarde para su cita de negocios. Entonces, después de contarle sus preocupaciones al loco que no ha dejado de mirarlo, se desarrolla esta conversación:
    ¿Conoce usted algún teléfono que pueda utilizar para llamar a una grúa-remolque o a mi mecánico y avisar a mi cliente que estoy un poco tarde?
    Caballero, por qué se preocupa, esto tiene una solución muy sencilla y no toma mucho tiempo.
    El señor con mucha curiosidad, pero desconfiado pregunta:
    ¿Está seguro de eso? ¿Y cuál es la solución?
    Muy fácil, quite una tuerca de cada una de los otros neumáticos, se las pone al repuesto y puede conducir sin problemas con tres tuercas en cada neumático, hasta que coloque las tuercas que hagan falta.
    Luego de una rápida reflexión el señor dice:
    Pero usted tiene toda la razón. Dígame, ¿Por qué esta usted internado en un manicomio siendo tan inteligente?
    A lo que el loco muy seguro responde:
    Estoy recluido por loco, ¡No por tonto!
  7. Iba un tipo en su nuevo Ferrari por la autopista estatal corriendo a 150 kilómetros por hora. De repente lo pasa un Volkswagen escarabajo de los más viejos. El tipo sorprendido, quedó atónito. De pronto se fija que el Volkswagen estaba accidentado más adelante y el tipo del Ferrari dice:
    Claro, pero cómo va a comparar mi Ferrari con el cacharro ese. El tipo para asegurarse acelera a 250 K/h y va deleitado a gran velocidad. De pronto un destello en el retrovisor y cuando ve, lo vuelve a pasar el Volkswagen y se pierde de vista. Con mucha indignación, el tipo acelera 350 K/h, pero más adelante vuelve a ver al carrito accidentado, ahora sí se fundió ese cacharrón, dice el tipo muy sonriente, acelera a 400 K/h y se va, de pronto, lo pasa el carrito otra vez, esta vez el tipo del Ferrari lo ve nuevamente accidentado y dice:
    Ahora si me voy a parar, para ver qué es lo que pasa con ese carrito. Cuando se acerca, ve a un mecánico echándole llave y apretando tuercas en el motor y le pregunta.
    Disculpe, ¿algún problema con el carro?
    Y responde el mecánico:
    No, realmente es sólo que la caja de velocidades se atascó y no cambia para segunda.
  8. El loco y el taxista Un taxista pincha una rueda en frente a un manicomio. El taxista se dispone a cambiar la rueda, con tan mala suerte que no se da cuenta que las tuercas se le fueron por una alcantarilla de agua, al darse cuenta no sabe que hacer.
    A todo esto hay un loco que estaba observando lo que le sucedía al taxista. Entrando en conversación el loco con el taxista, dicen:
    - Señor, qué le paso?
    - Perdí las tuercas en la alcantarilla, y no se como voy a ajustar la rueda de auxilio.
    - Aaaaaah, ya entiendo, por qué no saca una tuerca de cada una de las 3 ruedas y se la pone en la de auxilio.
    - Pues tiene usted toda la razón. Muchas Gracias! Le puedo hacer una pregunta?
    - Si claro.
    - Por qué está encerrado en el manicomio? Es inteligente usted, al darme la idea de las tuercas.
    - Bueno... esque yo estoy encerrado por loco, no por estúpido.



chistes de tuerca

Contar chistes de tuerca es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.