Chistes de Capataz

Estos son los 5 chistes de capataz y más graciosos bromas sobre capataz que matan de risa. Lea chistes acerca capataz que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de capataz para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre capataz para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El capataz que baja a las bodegas de un barco movido por esclavos y les dice:
    Tengo dos noticias que daros, una buena y una mala, ¿Cuál queréis primero, la buena o la mala?
    Y dicen todos:
    La buena.
    Les contesta:
    Que viene el rey.
    ¿Y la mala?
    Que viene a hacer esquí acuático.
  2. Un hacendado se va por negocios a la ciudad por dos semanas, y deja todo al cuidado de su capataz.
    - Ya sabes, cuida bien todo, no vaya a pasar algo.
    - No se preocupe patrón, que nada va a suceder.
    - No sé, es que tú eres bien bruto.
    Dos semanas después vuelve el hacendado.
    - Y, Cholo, ¿Alguna novedad?
    - No patroncito, nada ha pasado.
    - ¿Estás seguro? Que tú eres medio bruto.
    - Bueno, ahora que lo dice, sí pasó algo, se murió su gato.
    - ¡Mi gato de angora! ¿Cómo que se murió mi gato?
    - Se murió de indigestión.
    - ¿Cómo que de indigestión? Si sólo comía atún y caviar.
    - Es que comió carne de caballo.
    - ¿Qué caballo?
    - Su caballo pues patrón, es que se murió y había que aprovechar la carne.
    - ¡Bruto! ¿Qué pasó con mi caballo de paseo?
    - Se murió del esfuerzo.
    - ¿Qué esfuerzo?
    - Pues de cargar agua.
    - ¡Agua! ¿Para qué?
    - Para apagar el incendio.
    - ¿Qué incendio?
    - El de su casa, pues.
    - ¿Mi casa de campo? ¡Qué le hiciste a mi casa!
    - Nada, se quemó por la vela.
    - ¿Qué vela?
    - La del velorio de su esposa.
    - ¡Mi esposa infeliz! ¿Qué le pasó?
    - Se murió de la impresión.
    - ¿Qué impresión?
    - ¡Sí! De la impresión de ver a sus hijos ahogarse.
    Y el hacendado le empieza a retar al capataz cuando éste suplicando dice:
    - ¡Ya no más! ¡Ya no más patroncito! De haber sabido que se iba a poner así, no le contaba lo del gato
  3. Un desempleado, va a una obra en busca de trabajo y pide hablar con el capataz:
    - El desempleado: verá, es que llevo tres años sin trabajo , tengo cuatro hijos y necesito trabajar con urgencia.
    - Capataz: ¿y que sabes hacer exactamente?
    - El desempleado: yo soy pintor.
    - Capataz:pues sube al segundo piso y ponte a pintar. Por cierto ¿cual es tu nombre?
    - El desempleado: todo el mundo me llama Capullo....
    PASADAS DOS HORAS, llega un nuevo desempleado a la obra y pide hablar de nuevo con el capataz.
    - Desempleado 2: verá usted, estoy sin empleo desde hace siete años, tengo 12 hijos y le he dicho a mi mujer que hoy no vuelvo a casa sin un trabajo, así que le suplico un trabajo.
    Al capataz le da pena y le pregunta ¿ y tu que sabes hacer?
    - Desempleado2: yo se hacer de todo
    - capataz: pues sube al segundo piso y pinta con el capullo
    - Desempleado2: y digo yo...¿no podria darme una brocha aunque sea el primer dia de trabajo?
  4. Un flojeras poco cofrade quiere pulgar sus pecados de todo el año, haciendo penitencia de costalero en unos de los pasos más pesados, y le recomiendan que saque uno que sale de los Terceros, el Domingo de Ramos.
    Allá que va el flojeras de costalero ese Domingo de Ramos, con 35 grados, y cuando va el paso por la calle Gerona va resoplando sin poder más.
    Hartito ya, se sale en Doña Maria Coronel con el olor de los naranjos, y dice:
    - Yo no puedo más.... ¿qué paso es este que pesa tanto?
    Y le contesta el capataz:
    - Pos cual va a ser, el de la Santa Cena.
    - Joer, pues los que vayan comiendo que se vayan bajando...
  5. Un hacendado se va por negocios a la ciudad por dos semanas, y deja todo al cuidado de su capataz.
    Ya sabes, cuida bien todo, no vaya a pasar algo.
    No se preocupe patrón, que nada va a suceder.
    No sé, es que tú eres bien bruto.
    Dos semanas después vuelve el hacendado.
    Y, Cholo, ¿Alguna novedad?
    No patroncito, nada ha pasado.
    ¿Estás seguro? Que tú eres medio bruto.
    Bueno, ahora que lo dice, sí pasó algo, se murió su gato.
    ¡Mi gato de angora! ¿Cómo que se murió mi gato?
    Se murió de indigestión.
    ¿Cómo que de indigestión? Si sólo comía atún y caviar.
    Es que comió carne de caballo.
    ¿Qué caballo?
    Su caballo pues patrón, es que se murió y había que aprovechar la carne.
    ¡Bruto! ¿Qué pasó con mi caballo de paseo?
    Se murió del esfuerzo.
    ¿Qué esfuerzo?
    Pues de cargar agua.
    ¡Agua! ¿Para qué?
    Para apagar el incendio.
    ¿Qué incendio?
    El de su casa, pues.
    ¿Mi casa de campo? ¡Qué le hiciste a mi casa!
    Nada, se quemó por la vela.
    ¿Qué vela?
    La del velorio de su esposa.
    ¡Mi esposa infeliz! ¿Qué le pasó?
    Se murió de la impresión.
    ¿Qué impresión?
    ¡Sí! De la impresión de ver a sus hijos ahogarse.
    Y el hacendado le empieza a retar al capataz cuando éste suplicando dice:
    ¡Ya no más! ¡Ya no más patroncito! De haber sabido que se iba a poner así, no le contaba lo del gato.