Chistes de Mayordomos

Estos son los 10 chistes de mayordomos y más graciosos bromas sobre mayordomos que matan de risa. Lea chistes acerca mayordomos que sean buenos chistes para niños y amigos en español.

¿Sabías que los chistes de mayordomos son tan cortos como su uniforme? Son tan graciosos que hasta los meseros se ríen. Estos chistes son como el servicio de un buen mayordomo: eficientes y siempre a tiempo para sacarnos una sonrisa. Si necesitas un poco de humor refinado, los chistes de mayordomos son la elección perfecta. ¡No te los pierdas, te harán sentir como en un banquete de risas!


Chistes de mayordomos para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre mayordomos para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. El mayordomo y el marqués El mayordomo al marqués:
    - ¿ COMO ESTÀ SEÑOR HIJO p**... GRAN MARQUÉS?
    - Bien, vengo comprarme un Sonotone. ¡estás despedido Sebastián!
  2. El dueño de casa interroga a su mayordomo:
    ¿Gervasio, le gustan los cigarrillos cubanos?

    El mayordomo suspira y le dice:
    Honestamente, son mi debilidad, señor.
    A esto el señor de la casa le responde enfadado:
    ¡Bueno, entonces los tendré que guardar en la caja fuerte!
  3. Cierta noche, drácula despierta y nota que una de las bisagras de su
    féretro está floja, así que le grita al mayordomo:¡Igoooor, pásame un
    Desarmador!
    Igor le lleva lo pedido a su amo pero al verlo, Drácula exclama:¡¡¡Pero el de cruz no,tonto!!!
  4. El mayordomo - Mayordomo
    - Si? señor
    - Tráigame la infusión de todas las tades
    - Té, amo
    - Basta ya de fingir, yo también. ¡Béseme canalla!
  5. - Mayordomo.
    - ¿Si? señor.
    - Tráigame una infusión.
    - Té, amo.
    - Yo también, ¡béseme bandido!
  6. Una señora muy adinerada tenía un gallinero, y junto a las gallinas, un lorito. Un buen día, esta señora que tenía un hermoso collar de perlas cultivadas, va darle de comer a las gallinas, y ya dentro del gallinero, su collar se corta y sus perlas al suelo. Estas no duraron ni un minuto, ya que las gallinas, al confundirlas con granos de maíz, se las tragaron todas.
    La señora llama al mayordomo y le dice:
    Heriberto, mata todas las gallinas, y a ese loro, quiero recuperar mis perlas.
    A lo que el loro asustado replica:
    ¡Un momento señora, a mí me sacan radiografía!
  7. Un conocido lord inglés reunía a sus amistades a tomar el té a la hora señalada todos los martes de cada semana en su palacio de Bloodshire. Cierto martes, el puntualísimo caballero no apareció y los invitados estaban intrigados. En cierto momento aparece el mayordomo y dice a los presentes, con típico "british accent":
    - Señores, milord les pide disculpas por la demora y les anuncia que después de mucho tiempo, se ha reencontrado con su vieja y querida amiga Lulú, de París. Que si puede, dentro de una hora estará con ustedes, y si no puede, dentro de cinco minutos. Muchas gracias.
  8. Había una vez un cine muy famoso en el que trabajaba un acomodador, el cual trataba a los clientes como reyes, los llevaba a sus respectivos lugares y estos siempre quedaban tan contentos que le daban propina. Un día llegó un señor muy avaro el cual no le dio propina al acomodador. Bueno, comenzó la película y el acomodador de cine estaba tan furioso que le dijo al señor avaro:
    Oiga, señor, ¡El asesino es el mayordomo!
  9. Una vez un tipo entra a una tienda de revistas y le dice al vendedor:
    Disculpe señor, busco un libro lleno de emoción que uno al leerlo sienta una gran atracción a él, y que no pueda dejar de leerlo.
    Entonces el vendedor le dice:
    Sí señor, tengo lo que busca, este es un libro que lo atrapara de principio a fin, este libro trata de asesinatos que se suscitan en una mansión y nadie puede resolver el misterio de quién era el asesino.
    Entonces, el señor mostrando interés en el libro le dice:
    Perfecto, me parece perfecto ese libro, ¿cómo se llama?
    Así, déjeme ver el libro, se titula el Mayordomo Asesino.
  10. A un importante banquero se le presenta el pretendiente a pedir la mano de su hija y le dice:
    -Yo amaría a su hija aunque no tuviera un céntimo-
    -¿Eso es cierto?- le responde el banquero.
    El pretendiente responde:
    -Se lo juro-
    Le vuelve a preguntar el banquero:
    -¿Esta bien seguro?-
    El responde:
    -Sí, señor estoy bien seguro-
    -Benito- Dice el banquero dirigiéndose al mayordomo.
    Y luego continúa:
    -Acompaña a ese señor a la puerta, no quiero idiotas en mi familia-



chistes de mayordomos

Contar chistes de mayordomos es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.