Chistes de Platillos

Estos son los 4 chistes de platillos y más graciosos bromas sobre platillos que matan de risa. Lea chistes acerca platillos que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de platillos para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre platillos para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Un turista entra a un restaurante de comida mexicana y pide un platillo. Cuando el mozo se acerca a traerle la comida, le pregunta al cliente:
    - Señor, ¿desea Tabasco?
    Y el turista responde:
    - No gracias, yo no fusmo!
  2. Platillo volador Dos chicos van caminando por el campo y uno comenta sorprendido al otro:
    - Mira, un platillo volante que va a Venus!
    - Pues “vamus” rápido a “escondenus”, que “nus” van a ver…
  3. Los marcianos por la estación de gasolina
    Dos marcianos descendieron de su platillo volador.
    Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!
  4. Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!