Chistes de Rabínico

Estos son los 6 chistes de rabínico y más graciosos bromas sobre rabínico que matan de risa. Lea chistes acerca rabínico que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de rabínico para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre rabínico para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. LLega un hombre donde el rabino y le dice:
    Fíjese que llevo 30 años de casado y mi esposa me quiere envenenar.
    No te preocupes, yo hablaré con ella, dice el doctor.
    Regresa el rabino y le dice:
    He hablado con tu esposa durante 3 horas, ¿Y sabes qué?
    ¡Tómate el veneno!
  2. -Como soy judio, me han circuncidado.
    -¿El rabino?
    - No me seas cursi hombre, la polla!
  3. A mí me han circuncidado
    - ¿El rabino?

    - No seas cursi, hombre, "mi cosa" XD
  4. EL rabino - A mi me han circuncidado
    - ¿El rabino?
    - No seas cursi, hombre, LA POLLA
  5. Un sacerdote, un ministro y un rabino quieren saber quién de ellos es mejor en su trabajo. Se internan en el bosque, encuentran un oso e intentan convertirlo. Más tarde se reúnen los tres.
    ?Cuando encontré al oso ?dice el sacerdote? le leí el catecismo y lo rocié con agua bendita. La próxima semana hará su Primera Comunión.
    ?Yo encontré a un oso ?cuenta el ministro?, y le prediqué la palabra de Dios. El oso quedó tan sorprendido que me dejó bautizarlo.
    Ambos voltean a ver al rabino, quien yace en una camilla rodante, con todo el cuerpo enyesado.
    ?Pensándolo bien ?exclama el religioso?, quizá no debí haber comenzado con la circuncisión.
  6. Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga. Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:
    - Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen con los restos de cera que gotean?
    - Buena pregunta -dijo el rabino-. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
    - ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus odiosas maneras-. ¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con las migajas?
    - Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto con su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.
    - Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-. Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
    - Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria, y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un capullo completo.