Chistes de Simular

Estos son los 10 chistes de simular y más graciosos bromas sobre simular que matan de risa. Lea chistes acerca simular que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de simular para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre simular para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Flechas de amor Un chico en una discoteca, simulando que lanza flechas a varias chicas. Una ve como le lanza una. Ella le mira, sonrie y se acerca interesada.
    - Hola.
    - Hola - Responde él
    - He visto que me lanzabas una flecha. ¿Eres Cupido lanzando flechas de amor?
    - ¡No! ¡¡¡Soy Legolas matando Orcos!!!
  2. Un dentista le dice a su paciente:
    - Oiga, ¿podría ayudarme?
    . Grite lo más fuerte posible simulando mucho dolor.
    El paciente contesta:
    - ¿Pero por qué?. ¿No será eso malo para usted?.
    - Ya, pero es que hay mucha gente en la sala de espera y no quiero perderme el partido de fútbol de las 7.
  3. Un chaval se encuentra a un niño de unos 4 años. El pequeño estaba magullado y sangraba. El joven le empieza a preguntar:
    ¡Hey! ¡Chico! ¿Qué te ha pasado?
    Yo... papi....coche (simula conducir un coche)...camión...¡PUM! (da una palmada)...cielo...
    ¿Y tu madre?
    Mami...coche (lo mismo de arriba)...camion...¡PUM! (lo mismo)...cielo...
    ¿Y tus hermanos?
    Todos en el coche...camión...¡PUM!...cielo...
    ¿Y tú? ¿dónde estabas?
    Yo, ¡CAMION! ¡CAMION!
  4. En un parque de una conocida ciudad a altas horas de la noche se encontraba un señor ebrio en el pasto simulando como si estuviera nadando. En eso pasa el policía que hace la guardia, lo ve y le pregunta ¿qué hace? Y el señor le contesta que no ve que estoy nadando, y el policía le dice: por favor señor le voy a pedir que salga de hay y el señor se niega y el policía insiste, entonces el señor le dice: si quiere que me salga venga y sáqueme y el policía desesperado se rejunta las mangas, se quita los zapatos. Y dice ni que estuviera tan hondo.
  5. Esta era una vez en que se estrelló un avión, llega el FBI, la CIA, y otros cuerpos más de investigación y consiguen al único sobreviviente que era un monito. A este lo llevan a un centro científico para comunicarse con él y le preguntan al monito:
    Monito monito, ¿cómo iban los pasajeros?
    El monito responde:
    Gui, gui, guiillliii (con los manos en los ojos)
    Y monito, monito, ¿cómo iba el copiloto?
    El monito responde:
    Gui, gui, guiillliii (con los manos en los ojos)
    Y, monito, monito, ¿cómo ibas tú?
    El monito responde:
    ¡Ññññiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!(simulando las manos en el volante).
  6. La estatua en la habitación Estaba una mujer con su amante y de repente oye que el marido abre la puerta.
    - ¡Date prisa! - le dice al tipo - ¡Quédate de pie en la esquina!
    Rápidamente le frota aceite de bebé por todo el cuerpo y luego le espolvorea con polvos de talco.
    - No te muevas hasta que te lo diga, le susurra ella, simula que eres una estatua.
    - ¿Qué es esto, querida? - le pregunta el marido al entrar.
    - ¡Ah, sólo una estatua!, responde ella con naturalidad-, los Pérez compraron una para su dormitorio, me gustó tanto que compré una para nosotros también.
    No se habló más sobre la estatua, ni siquiera por la noche cuando se metieron en la cama. A las dos de la madrugada, el marido se levanta, va a la cocina y vuelve con un sandwich y un vaso de leche.
    - Toma, le dice a la 'estatua', come algo. Yo me estuve como un i**... durante tres días en el dormitorio de los Pérez y nadie me ofreció ni siquiera un vaso de agua.
  7. Todos los días pasaba por una casa un repartidor de periódicos, el cual siempre que entraba al patio delantero a dejar el periódico, encontraba a un niño que lo esperaba, y con la mano y el dedo apuntándole, le hacía:
    - ¡Pum, pum, pum! -Simulando disparos contra el repartidor-.
    Esto era cosa de todos los días, todos los días. Pero un día el repartidor dijo:
    - Ah no, hoy le voy a seguir el juego, porque ya me tiene cansado que todos los días me dispare, aunque sea de mentiras.
    Entonces, llega al otro día, entra al patio, y observa que el niño está en el techo, entonces el repartidor le apunta con el dedo y dice:
    - ¡Pum, pum, pum, y pum!
    Cae el niño al suelo desde el techo, y entonces el repartidor asustado corre hacia él, y le dice:
    - Niño, niño, ¿Estás bien?
    El niño le responde medio inconsciente:
    - ¡Yo nunca te tiré a matar!
  8. Un ingeniero, un contable, un químico, un informático y un funcionario se vanaglorian por tener cada uno un maravilloso perro.
    El ingeniero llama a su can:
    - ¡Raíz cuadrada, enséñanostu talento!
    La perra avanza hasta una pizarra y dibuja rápidamente un cuadrado, un círculo y un triángulo.
    El contable dice a su perro:
    - ¡Balance, enséñanos lo que puedes hacer!
    El perro va hasta la cocina, y vuelve con una docena de galletas, y las apila en 3 montones iguales de 4 galletas.
    El químico dice que su perro puede hacerlo mejor:
    - ¡Termómetro, haz tu número!
    El perro abre la nevera, coge un litro de leche, va al armario a conseguir un vaso de 10 cl. y vierte exactamente 8 cl. en el vaso sin derramar una gota.
    El informático piensa que se va a quedar con todos:
    - ¡Disco duro, impresiónales!
    El perro se instala delante del ordenador, lo arranca, inicia el programa antivirus, envía un mail e instala un nuevo juego.
    Los 4 hombres se vuelven hacia el funcionario y le preguntan:
    - Y tu perro, qué puede hacer?
    - Cafelito, enséñanos los talentos del funcionariado!
    El perro se levanta, hace un crucigrama en la pizarra, se come las galletas, se bebe la leche, juega un solitario en el ordenador, se monta a la perra del ingeniero y simula haberse lesionado la espalda en la labor, por lo que rellena un formulario de accidente laboral y coge una baja de seis meses.
  9. El jefe de una tribu de indios de una reserva en Florida llama al brujo y le pregunta cómo se presenta el próximo invierno. El brujo procede a tirar unos huesos, sacrifica unas aves, prepara unas cintas de cuero y dice al jefe:
    Malo, malo.
    Así que el jefe ordena a la tribu que empiece a prepararse para el invierno, cortan leña, preparan pieles, arregla las tiendas, y toda la tribu se pone a trabajar.
    A los quince días, el jefe vuelve a hablar con el brujo y le pregunta que cómo se presenta el invierno a la vista de las mejoras que han hecho en el poblado. El brujo vuelve a utilizar la magia y dice:
    Malo, malo, malo, malo.
    Así que el jefe reúne a la tribu y les dice que hay que trabajar más porque el invierno se promete particularmente duro.
    Al cabo de otros quince días se repite la historia y cuando el jefe le dice al poblado que hay que trabajar más duro todavía, empiezan a oírse voces de protesta e insultos hacia el brujo.
    El jefe empieza a estar preocupado, así que un día decide vestirse con traje y corbata y recurrir a la ciencia; se va a la NASA y pregunta a los expertos:
    ¿Cómo se presenta el invierno?
    Le atienden y le llevan a una sala llena de ordenadores y pantallas donde se ponen a hacer varias simulaciones; una hora después le dicen:
    Malo, malo, malo.
    El jefe, aterrado ante el motín que le espera al volver al poblado, insiste:
    ¿Y ustedes están absolutamente seguros de que va a ser tan malo?
    Hombre, los modelos que utilizamos aquí son muy fiables, acertamos el 98 % de las veces, pero este año seguro, seguro, seguro que va a ser muy malo, porque hay una cosa que no falla nunca, ¡Los indios llevan dos meses cortando leña!
  10. Campanadas simuladas Un recién casado se va con los amigotes de copas. El hombre le promete a la mujer que estará de regreso antes de la medianoche pero, como suele pasar, la fiesta se extiende, el tío se agarra un p**... de la leche y le dan las tres de la madrugada entrando por la puerta de su casa.
    Justo en ese momento, el reloj da tres campanadas y el tipo, temiendo que su mujer se despierte, imita las campanadas dang, dang... nueve veces más para que piense que son las doce de la noche.
    - Oye, me ha salido que te cagas, seguro que ni se ha enterado y se mete en la cama.
    A la mañana siguiente, la mujer le pregunta que a qué hora llegó. El le responde:
    - A la medianoche, mi amor.
    - Ya, ya. Oye Pepe, creo que vamos a tener que comprar otro reloj.
    - ¿Cómo que otro reloj?
    - Si, es que este debe estar roto ¿Sabes?.
    - ¡Pero si da la hora perfectamente!
    - ¡Y tan perfectamente! Anoche dio tres campanadas, hizo una pausa, dio otras 4 campanadas, se aclaró la voz con un carraspeo, dio 3 campanadas más, se tiró un p**..., dio las dos últimas y se descojonó de risa.



chistes de simular

Contar chistes de simular es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.