Chistes de Trayecto

Estos son los 12 chistes de trayecto y más graciosos bromas sobre trayecto que matan de risa. Lea chistes acerca trayecto que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de trayecto para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre trayecto para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. que había una vez un caballero que se llamaba Alvino estaba hablando con otro de repente se despiden y recorrido cierto trayecto el caballero recuerda que olvido decirle algo a Alvino y comienza a gritarlo: alvino, alvino en vista de que no era escuchado saca la carabina y al pan pan alvino vino...
  2. Un día un gordo decidió irse a bucear y en el trayecto ve a un ballena y el gordo le dice espérame ñañito voy contigo, :-
  3. Antonio tenía un sueño muy profundo y en el viaje de tren a Andújar tenía miedo quedarse dormido y saltarse la parada. La solución fue hablar con el de al lado y pedirle que lo despertara. Le dio una propina y las gracias por adelantado. No conforme con esto hizo lo mismo con varios pasajeros mas que gustosos la aceptaron. El tren llegó a Sevilla, destino final del trayecto y el hombre estaba todo cabreado. Despertó y solo quedaban allí unas monjas.
    - Hijos de p... todos, no me han avisado. Una monja:
    - Que mal hablado por dios. Otra monja:
    - Para mal hablado el tipo aquel que tiraron antes del tren en la estación de Andújar.
  4. Este es un borracho que se subió a un bus y todos los asientos estaban ocupados. Entonces, le tocó irse parado.
    Cuando el bus frenaba el borracho caminaba para adelante y esto se repitió a menudo durante el trayecto.
    Cuando llegó a su parada el borrachito se bajó y el conductor le pregunta:
    ¿No me piensa pagar?
    Qué quiere , ¡Si yo me vine todo el camino caminando!
  5. El otro día iba yo, que soy de Lepe, conduciendo por la autopista con mi esposa, mi niña y mi suegra. A los pocos kilómetros ví que la Guardia Civil nos seguía.
    Obviamente no pensé que nos siguieran a nosotros… no
    tenían muchos motivos… El caso es que después de varios kilómetros me cansé de tenerlos detrás, y cuando iba a acelerar para perderlos, me adelantaron, y con un gesto me indicaron que parara en el arcén:
    - Buenos días.
    - Buenos días agente. ¿Qué se le ofrece?
    - Pues mire, es que la DGT (Dirección Gral. de Tráfico) ha establecido un premio de un apartamento en Torrevieja (Alicante), una comida en un buen restaurante y 1.000 Euros para el mejor conductor del año, y hemos decidido dárselo a Vd. después de observarlo durante este trayecto.
    - Bueno pues… ¡muchas gracias…!
    - Nada, nada, que lo disfrute! y… ¿qué piensa hacer con el dinero?
    - Pues no sería mala idea sacarme el carnet de conducir.
    Y dijo mi mujer:
    - No le haga Vd. caso, que cuando está borracho no sabe lo que dice
    Y mi niña:
    - Papi, estos tíos son los que tú siempre dices que son unos maricones de m**...… ¿no?
    Y dijo mi suegra, medio sorda la pobre:
    - Ya nos hemos metido en un jaleo… ¡Ya decía yo que con un coche robado no llegaríamos muy lejos!
  6. Dos atlantes se pusieron una penitencia: subir el cerro más alto de la región, con los zapatos llenos de fríjoles. Cuando iban por la mitad del trayecto, uno – caminando muy adolorido – vio al otro que subía tranquilo y sin ninguna dificultad. Entonces, le preguntó: “Hombre, ¿a ti por qué no te lastiman los zapatos llenos de frijoles, ah...?”. Y el otro atlante le contesta: “ Pues, ¿Si serás bruuuto?: ¡ yo metí los fríjoles cocinados !”.
  7. El director del asilo invita a los periodistas para hacer un recorrido por las instalaciones del manicomio, así va explicando algunas ocurrencias de los locos.
    Y un periodista le dice:
    Señor director, ¿qué hace ese loco agarrado de las ventanas?
    El director le dice:
    Ese cree que es una mosca.
    Continúan por el trayecto y ven a un loco colgando de la lámpara, y nuevamente pregunta el periodista:
    ¿Y qué hace ése ahí, no sería mejor bajarlo para evitar un accidente?
    El director responde:
    Jamás, nos quedaríamos sin luz.
  8. En una ocasión caminaban por el desierto un forastero, su caballo y un perro. En cierto trayecto del camino el caballo no caminó más y exclamó:
    ¡Tengo mucha sed!
    El forastero al oír al caballo hablar se asustó mucho, y corrió, corrió hasta quedar rendido de tan tremendo susto. El perro al ver a su amo, había hecho lo mismo; casi sin poder respirar el perro y el forastero, tendidos en la arena del desierto, el perro exclamó:
    ¡Vio que susto nos dio ese condenado caballo!
  9. Ayer en el ómnibus, subió un enano y se sentó al lado mío. Después de algunos minutos el bondi frenó en una parada y el enano se resbaló del asiento. Entonces lo agarré del brazo y lo volví a sentar en su asiento. Unos minutos mas tarde el enano se resbaló de nuevo y conseguí ayudarlo otra vez. Al ratito el enano pelotudo se resbala por tercera vez y yo ya caliente lo agarro otra vez del brazo y le digo:
    - Sujetate bien i**... o te vas a estar resbalando todo el trayecto!
    Y el enano me contesta:
    - Por qué no te vas a la m**... pelotudo, hace 3 paradas que intento bajarme y vos no me dejas"
  10. Esto es una mujer con su hijo que se montan en un taxi.
    Durante el trayecto pasan por una calle llena de prostitutas, el niño desconociendo esta profesión pregunta:
    - mamá ¿qué hace esa señora ahí medio desnuda?
    madre: -nada, seguramente es porque tiene calor...
    niño: -mamá, ¿porqué paran los coches y se suben?
    madre: -son amigos que las recogen.
    niño: -mamá, ¿porqué hacen señas a todos los coches?
    madre: -porque son muy simpáticas y les gusta saludar......
    El taxista ya cansado del niño contesta: ¡niño!, son putas, ¿entiendes?, p-u-t-a-s.!!!
    niño: -mamá, ¿qué es una p**...?
    madre: -verás hijo, una p**... es un mujer que conoce a un hombre, se hacen muy muy amigos, se casan, y al cabo de un tiempo ¡tienen un hijo taxista!
  11. Estos son dos amigos que se montan en un trineo y deciden lanzarse colina abajo.
    Durante todo el trayecto, uno de ellos no paraba de repetir: "Pío, pío, pío..."
    Al llegar abajo, le pregunta:
    - ¿Por qué no parabas de decir "pío"?
    - Porque al bajar me acordé que el fin de semana pasado, un compañero de trabajo murió en un trineo como este y no le dio tiempo a decir "ni pío" :
  12. Un hombre toma un taxi y le dice al taxista:
    Calle Castalla número 5, por favor.

    El hombre durante el trayecto iba muy atareado consultando una guía turística y para hacerle una pregunta al taxista llama su atención con una palmada en el hombro:
    Por favor...
    El taxista sobresaltado empieza a dar volantazos para uno y otro lado de la calzada, está a punto de colisionar con un coche que venía en sentido contrario, del volantazo casi embiste a un camión por detrás, se sube a la acera y casi atropella a una mamá que iba con su niño en un carrito, y finalmente se queda empotrado contra el escaparate de un supermercado.
    Pasado un rato, los dos se reponen del accidente y le dice el taxista al cliente:
    No me dé estos sustos, por favor, que casi se me para el corazón.
    El cliente le contesta:
    Perdone, si llego a saber que se iba a asustar tanto no le hubiera tocado el hombro
    Y responde el taxista:
    Es que es mi primer día, ¿sabe?, y no estoy acostumbrado.
    El cliente para quitarle hierro al asunto le pregunta:
    ¿A qué se dedicaba antes?
    Y le contesta el taxista:
    Era chofer de una funeraria.



chistes de trayecto

Contar chistes de trayecto es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.