Chistes de Trayecto

Estos son los 9 chistes de trayecto y más graciosos bromas sobre trayecto que matan de risa. Lea chistes acerca trayecto que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de trayecto para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre trayecto para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. que había una vez un caballero que se llamaba Alvino estaba hablando con otro de repente se despiden y recorrido cierto trayecto el caballero recuerda que olvido decirle algo a Alvino y comienza a gritarlo: alvino, alvino en vista de que no era escuchado saca la carabina y al pan pan alvino vino...
  2. Un día un gordo decidió irse a bucear y en el trayecto ve a un ballena y el gordo le dice espérame ñañito voy contigo, :-
  3. Este es un borracho que se subió a un bus y todos los asientos estaban ocupados. Entonces, le tocó irse parado.
    Cuando el bus frenaba el borracho caminaba para adelante y esto se repitió a menudo durante el trayecto.
    Cuando llegó a su parada el borrachito se bajó y el conductor le pregunta:
    ¿No me piensa pagar?
    Qué quiere , ¡Si yo me vine todo el camino caminando!
  4. El otro día iba yo, que soy de Lepe, conduciendo por la autopista con mi esposa, mi niña y mi suegra. A los pocos kilómetros ví que la Guardia Civil nos seguía.
    Obviamente no pensé que nos siguieran a nosotros… no
    tenían muchos motivos… El caso es que después de varios kilómetros me cansé de tenerlos detrás, y cuando iba a acelerar para perderlos, me adelantaron, y con un gesto me indicaron que parara en el arcén:
    - Buenos días.
    - Buenos días agente. ¿Qué se le ofrece?
    - Pues mire, es que la DGT (Dirección Gral. de Tráfico) ha establecido un premio de un apartamento en Torrevieja (Alicante), una comida en un buen restaurante y 1.000 Euros para el mejor conductor del año, y hemos decidido dárselo a Vd. después de observarlo durante este trayecto.
    - Bueno pues… ¡muchas gracias…!
    - Nada, nada, que lo disfrute! y… ¿qué piensa hacer con el dinero?
    - Pues no sería mala idea sacarme el carnet de conducir.
    Y dijo mi mujer:
    - No le haga Vd. caso, que cuando está borracho no sabe lo que dice
    Y mi niña:
    - Papi, estos tíos son los que tú siempre dices que son unos maricones de m**...… ¿no?
    Y dijo mi suegra, medio sorda la pobre:
    - Ya nos hemos metido en un jaleo… ¡Ya decía yo que con un coche robado no llegaríamos muy lejos!
  5. El director del asilo invita a los periodistas para hacer un recorrido por las instalaciones del manicomio, así va explicando algunas ocurrencias de los locos.
    Y un periodista le dice:
    Señor director, ¿qué hace ese loco agarrado de las ventanas?
    El director le dice:
    Ese cree que es una mosca.
    Continúan por el trayecto y ven a un loco colgando de la lámpara, y nuevamente pregunta el periodista:
    ¿Y qué hace ése ahí, no sería mejor bajarlo para evitar un accidente?
    El director responde:
    Jamás, nos quedaríamos sin luz.
  6. Dos atlantes se pusieron una penitencia: subir el cerro más alto de la región, con los zapatos llenos de fríjoles. Cuando iban por la mitad del trayecto, uno – caminando muy adolorido – vio al otro que subía tranquilo y sin ninguna dificultad. Entonces, le preguntó: “Hombre, ¿a ti por qué no te lastiman los zapatos llenos de frijoles, ah...?”. Y el otro atlante le contesta: “ Pues, ¿Si serás bruuuto?: ¡ yo metí los fríjoles cocinados !”.
  7. En una ocasión caminaban por el desierto un forastero, su caballo y un perro. En cierto trayecto del camino el caballo no caminó más y exclamó:
    ¡Tengo mucha sed!
    El forastero al oír al caballo hablar se asustó mucho, y corrió, corrió hasta quedar rendido de tan tremendo susto. El perro al ver a su amo, había hecho lo mismo; casi sin poder respirar el perro y el forastero, tendidos en la arena del desierto, el perro exclamó:
    ¡Vio que susto nos dio ese condenado caballo!
  8. Estos son dos amigos que se montan en un trineo y deciden lanzarse colina abajo.
    Durante todo el trayecto, uno de ellos no paraba de repetir: "Pío, pío, pío..."
    Al llegar abajo, le pregunta:
    - ¿Por qué no parabas de decir "pío"?
    - Porque al bajar me acordé que el fin de semana pasado, un compañero de trabajo murió en un trineo como este y no le dio tiempo a decir "ni pío" :
  9. Un hombre toma un taxi y le dice al taxista:
    Calle Castalla número 5, por favor.

    El hombre durante el trayecto iba muy atareado consultando una guía turística y para hacerle una pregunta al taxista llama su atención con una palmada en el hombro:
    Por favor...
    El taxista sobresaltado empieza a dar volantazos para uno y otro lado de la calzada, está a punto de colisionar con un coche que venía en sentido contrario, del volantazo casi embiste a un camión por detrás, se sube a la acera y casi atropella a una mamá que iba con su niño en un carrito, y finalmente se queda empotrado contra el escaparate de un supermercado.
    Pasado un rato, los dos se reponen del accidente y le dice el taxista al cliente:
    No me dé estos sustos, por favor, que casi se me para el corazón.
    El cliente le contesta:
    Perdone, si llego a saber que se iba a asustar tanto no le hubiera tocado el hombro
    Y responde el taxista:
    Es que es mi primer día, ¿sabe?, y no estoy acostumbrado.
    El cliente para quitarle hierro al asunto le pregunta:
    ¿A qué se dedicaba antes?
    Y le contesta el taxista:
    Era chofer de una funeraria.



chistes de trayecto

Contar chistes de trayecto es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.