Chistes de Aldea

Chistes de aldea para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre aldea para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

1. Las viejas de la aldea Dos viejas de aldea
   -¿Qué es de tu marido qué hace tiempo que no lo veo?
   -Se encerró en la bodega con dos cubas de vino tinto.
   -¿Y tú que haces?
   -Le dejo la comida en la puerta de la bodega y me voy.
   -¿Y no lo echas de menos?
   -¿De menos? ¡Le echo de más! ¡A ver si rebienta!
2. esto era en una aldea un padre y sus ijos y le dice er mayor -papa papa a my porke me llamasteis aguila dorada y le responde el padre porke el dia ke tu nasiste en el cielo aparecio una agihla dorada y le dice er peke -papa papa porke me llamasteis goma rota -y le dise er padre -anda niño calla y sigue comiendo:
3. El cuervo parlanchin En una aldea, un cuervo entra volando en la casa de un muchacho que vive solo, se posa en su hombro y le dice:
   -Si me das 10 granos de maíz, ahora y 10 después, c**...,te consigo una mujer para hacer el amor. Yo sé cuando tienen ganas,
   El joven le da los 10 granos de maíz, el cuervo se los come, y le dice el joven.
   -Venga, vete a buscar esa mujer.
   El cuervo se va volando, se posa en la reja del huerto del joven, pasa una veinteañera por su lado y le dice:
   -¿Un polvo, Carmiña?
   -¡A tu madre le vas a echar un polvo!
   -No te pongas así, bonita, yo sólo digo lo que me dijo el Venancio que te dijera... Por cierto, dijo que te echaría cinco polvetes, yo creo que exagera.
   La muchacha, enojada, llama a la puerta de la casa del Venancio, que abre la puerta, a torso descubierto, enseñando su musculatura de herrero.
   -¿Qué quieres, Carmiña?
   -¿Le mandaste al cuervo decir las tonterías que dijo?
   Piénsate bien lo que respondes, ya sabes que mi marido es capador.
   -¡¿Yo?! Es él, dice que nota cuando una mujer tiene ganas.
   -¿Tengo cara de pasar hambre?
   -¡Yo qué sé! Una cosa es cierta, aún siendo la mujer del capador, si tuvieras ganas, te echaba media docena.
   Carmiña, viendo que el joven está como un queso, y que lleva meses a pan y agua, se mete en la casa del Venancio y sale dos horas más tarde. Entra el cuervo y le dice al joven:
   -Mis 10 granos de maíz, c**....
   Venancio le da el maíz:
   ¿Quién te enseñó a decir, c**...?
   -A ti que te importa, c**....
   Al día siguiente le dice Venancio al cuervo:
   -Hoy quiero que me traigas a alguien que sea especial.
   -Como tú digas, c**....
   Poco después llaman a la puerta, Venancio abre a torso descubierto, y en la puerta está una vieja, fea como un demonio, tuerta, coja y jorobada, que le dice:
   -Tira para dentro si no quieres que el capador sepa que te tiraste a su mujer-
   Tres horas más tarde sale la vieja con una sonrisa de oreja a oreja, el cuervo se posa en su hombro y le dice:
   -¿Me tienes el maíz preparado?
   -Tengo, c**....
4. habia una vez un periodista que estaba en una montaña haciendo su investigacion para su trabajo,entonces va a una aldea y entrevista a un aldeano
   y le dice
   -digame usted una acnedota de su aldea-
   y el aldeano responde
   -una vez una obeja de nuestro rebaño se perdio en las montañas y como es de costumbre bebimos vino y fuimos con otros aldeanos a buscarla y la encontramos bebimos nuevamente y tuvimos s**... con ella
   el periodista muy incomodo,para ebadir ese tema mejor pregunto
   -digame mejor algo gracioso que alla ocurrido en esta aldea-
   y va y dice el aldeano
   -una vez la esposa de un vecino se perdio en las montañas yo y mis compañeros la fuimos a buscar la encontramos y tuvimos s**... con ella-
   el periodista lleno de corage,con paciencia mejor pregunta
   -sabe que mejor digame algo triste que le alla ocurrido a usted-
   y el aldeano responde triste y a la vez con una lagrima que le brotaba en un hojo
   -una vez yo me perdi en las montañas-
   aproposito el periodista tiene que ser cuidadoso si no quiere perderse en las montañas
5. La bosta En una aldea, le dice una vieja muy gorda a su nieto:
   -Hoy cocemos pan. Vete al camino y trae bosta (m**... de vaca) para sellar la puerta del horno, así no se escapará la calor.
   El niño se va, poco después viene con la bosta en un caldero, y le pregunta la abuela:
   -¿Qué pasaría si la bosta se mezclase con el pan?
   -Lo que no mata engorda, chaval, lo que no mata engorda.
   -Hoy yo no voy a comer el pan.
   ¿Por qué?
   -Porque tu gordura de comer pan solo no es.