Chistes de Boquiabierto
Estos son los 6 chistes de boquiabierto y más graciosos bromas sobre boquiabierto que matan de risa. Lea chistes acerca boquiabierto que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de boquiabierto para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre boquiabierto para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Mi dentista es muy culto: siempre me deja boquiabierto.
- Una pareja tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le preguntó gravemente:
¿Dónde está Dios?
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado con los ojos pelones.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:
¿Dónde está Dios?
De nuevo el niño no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño, y gritó:
¿Dónde está Dios?
El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en el closet, azotando la puerta.
Cuando su hermano lo encontró en el closet le preguntó:
¿Qué pasó?
El hermano pequeño sin aliento le contestó:
¡Ahora si que estamos en graves problemas hermano, han secuestrado a Dios y creen que nosotros lo tenemos! - Un tipo está en la fila del supermercado,cuando una rubia escultural le saluda agitando la mano,y le lanza una de aquellas sonrisas encantadoras.
El tipo mira hacia los lados,hasta que se convence que es con él,decidido,deja la fila y se acerca a la bella mujer.
Suavemente le dice:
-Disculpe,¿nos conocemos?
Ella le responde con una sonrisa encantadora:
-Pues,tal vez yo esté equivocada,pero me parece que usted es el padre de uno de mis niños.
El tipo se queda boquiabierto,mientras su memoria trabaja a toda velocidad,intentando recordar los detalles de la única vez que le fue infiel a su esposa.
-¡Oh! ¡No me diga que usted es aquella stripper que en la despedida de soltero de mi amigo Víctor,yo me tiré encima de la mesa de billar,en medio de aquella tremenda orgía,completamente borracho,mientras una de sus amigas me flagelaba!
-Bueno no exactamente
-responde ella,visiblemente avergonzada-
yo soy la nueva maestra de su hijo. - Dos compadres atlantes se vienen de un pueblo muy remoto a la ciudad.
Asombrados y maravillados, ambos van recorriendo las calles cuando uno le dice al otro: Compadre, ya vio que ranchos tan grandototes hay en este pueblo.
Y el otro le contesta:
Sí compadre, pero para mí el más bonito es aquel que está enfrente.
Luego de mirar boquiabiertos un tremendo rascacielos, uno le dice al otro:
Compadre, ¿Y si nos llevamos este rancho para el pueblo?
Buena idea, compadre, llevémoslo pues.
Los dos compadres ponen sus morralitos en el suelo y comienzan a empujar una de las paredes, pujando y haciendo fuerza. Cuando ya tenían como media hora de estar empujando, uno le dice al otro:
¿Compadre y ya iremos lejos?
Y el otro le contesta:
Pues yo creo que sí porque ya ni los morralitos alcanzo a ver. - Suerte que fui al coche Tras casi un año de salir con mi novia, el próximo mes me caso! La madre de mi novia o futura suegra es genial (además de estar terriblemente buena). Ella solita se ha ocupado de organizar toda la boda: iglesia, música, fotógrafo, banquete, flores, etc.
Hace poco me llamó y pidió que fuera su casa para revisar la lista de Invitados y anular algunos de los de mi familia pues estaba superando nuestras previsiones.
Cuando llegué, revisamos la lista y la rebajamos justo por debajo de los ciento cincuenta invitados. Fue entonces cuando me dejó boquiabierto: me dijo que siempre le había resultado un hombre muy atractivo, que dentro de un mes ya sería un hombre casado y que antes de que ello ocurriera, quería tener s**... salvaje conmigo.
Entonces se levantó, caminó sensualmente hacia el dormitorio y me susurró que yo sabía donde estaba la puerta de salida si lo que quería era marcharme.
Me quedé de pie, inmóvil, aproximadamente unos tres minutos y finalmente decidí que sabía perfectamente qué camino tomar.
Me dirigí corriendo a la puerta, salí a la calle y... ya afuera, apoyándose en el capó de mi coche estaba su marido sonriente. Creo recordar que me explicó que únicamente querían estar seguros de que su querida hija se casaba con el hombre adecuado y se les ocurrió esta pequeña prueba que yo felizmente había superado con éxito.
Me tomó del hombro, y después me abrazó sin yo poder reaccionar ni hablar aún aturdido por las emociones.
CONCLUSIÓN: "Menos mal que fui a buscar los condones al coche, que si los llego a tener encima... " - Donde está dios Un matrimonio tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le preguntó gravemente:
- ¿Dónde está Dios?
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:
- ¿Dónde está Dios?
De nuevo el niño no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño, y gritó:
- ¿Dónde está Dios?
El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en su habitación.
Cuando su hermano lo encontró encerrado en su habitación le preguntó:
- ¿Qué pasó?
El hermano pequeño sin aliento le contestó:
- ¡Ahora si que estamos en graves problemas hermano, han secuestrado a Dios y creen que nosotros lo tenemos!