Chistes de Cataluña

Estos son los 5 chistes de cataluña y más graciosos bromas sobre cataluña que matan de risa. Lea chistes acerca cataluña que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de cataluña para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre cataluña para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Esto va un Andaluz a Cataluña y le pregunta a un amigo catalan: Quillo , como se dise (edifisio)¿En catalan? -Edifisi, le contesta este. -Cohone, ya se que e difisi ,por eso te lo pregunto.
  2. Dos Mexicanos y dice uno de ellos: Sabes que Trump a cambiado de muro, no no lo sabia, si ahora se a ido a por el de Cataluña
  3. El Bayern será sancionado, según la legislación vigente está prohibido torear en Cataluña ¬¬
  4. Tecnología de a pie Tres hombres están desnudos en la sauna. De repente algo empieza a pitar. El primer hombre, un ingeniero de la Politécnica de Cataluña, aprieta su antebrazo y el pitido para. Los otros lo miran inquisitivamente. - "Es mi busca", dice. "Tengo un microchip bajo la piel de mi brazo".
    Unos minutos después suena un teléfono. El segundo hombre, un licenciado de la Autónoma, extiende la palma de su mano hasta su oreja. Cuando ha terminado se explica, - "Es mi teléfono móvil. Tengo un microchip en la mano".
    El tercer hombre, un licenciado de la universidad del País Vasco, sintiéndose definitivamente poco tecnológico, sale de la sauna. Pasados unos minutos vuelve con un pedazo de papel higiénico colgándole del trasero. Los otros alzan las cejas. -"Estoy recibiendo un fax", dice.
  5. Ésto es un andaluz que entra en un bar de Cataluña y pide una cerveza, a lo que el encargado le responde que son 1,55 euros.
    El andaluz paga 1,50 a lo que el encargado replica en catalán que faltan cinco céntimos.
    El andaluz, como si no lo hubiera escuchado, coge su chaqueta y se la está poniendo cuando el encargado le vuelve a decir en catalán que le faltan cinco céntimos.
    El andaluz vuelve a ignorarle y está saliendo por la puerta cuando al fin el encargado le grita:
    -¡Qué le faltan de pagar cinco céntimos!
    Y el andaluz responde:
    -Ya sabía yo h**... que por cinco céntimos ibas a hablar español.