Chistes de Edificador

Estos son los 4 chistes de edificador y más graciosos bromas sobre edificador que matan de risa. Lea chistes acerca edificador que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de edificador para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre edificador para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Un hombre llega al bar de un gigantezco rascacielos en el último piso. Pide una bebida y le llama la atención un gradulón borracho cerca de él. Mientras lo observa el hombre se tira por la ventana ante su sorpresa. Pero en vez de caer es arrojado para adentro del edificio. Mira para los costado y no ve a nadie sorprendido por sucedido.
    Al rato después de liquidarse varios wiskey's, el grandulón vuelve a repetir su salto por la ventana.
    Intrigado por lo que pasó, el hombre le pregunta:
    - ¿Cómo hizo eso?
    - Siempre lo hago cuando quiero algo de aire fresco, las corrientes de aire que rodean el edificio, evitan que uno caiga y lo arrojan hacia adentro.
    - ¿Pero es seguro?
    - Hace años que lo hago.
    Entonces el hombre se arroja por la ventana y en vez de ser arrojado hacia el interior del edifico, se estrella convertiendose en una mancha contra el pavimento.
    El Barman que vio la situción, comenta:
    - Superman, cuanto te emborrachas eres un flor de h**....
  2. Tres pruebas de que Jesús fue judío:
    1 - Trabajó en el negocio de su padre.

    2 - Vivió en casa hasta los 33 años.
    3 - Estaba seguro de que su madre era virgen y su madre estaba segura de que él era Dios.
    Tres pruebas de que Jesús fue irlandés:
    1 - Nunca se casó.
    2 - Nunca mantuvo un trabajo estable.
    3 - Su último deseo fue un trago.
    Tres pruebas de que Jesús fue puertorriqueño:
    1 - Su primer nombre era Jesús.
    2 - Siempre tuvo problemas con la ley.
    3 - Su madre no sabía quién era su padre.
    Tres pruebas de que Jesús fue italiano:
    1 - Hablaba moviendo las manos.
    2 - Tomaba vino con todas las comidas.
    3 - Trabajaba en negocios de edificaciones.
    Tres pruebas de que Jesús fue negro:
    1 - Llamaba a todo el mundo "hermano".
    2 - No tenía domicilio permanente.
    3 - Nadie lo contrataba.
    Tres pruebas de que Jesús fue californiano:
    1 - Nunca se cortaba el pelo.
    2 - Caminaba descalzo.
    3 - Inventó una nueva religión.
    Tres pruebas de que Jesús fue argentino:
    1 - Lo recibieron con palmas pero a los tres días ya lo querían crucificar.
    2 - Hablaba con parábolas muy claras porque creía que los demás, excepto él, eran todos boludos.
    3 - Estaba convencido de ser el hijo de Dios.
  3. Se encuentran dos atlantes en la calle y uno le dice al otro:
    Hey Manolo, qué tal hombre, ¿Cómo has estado?
    Bien Felipe, contento con mi nuevo departamento.
    Ah, no me digas, le dice Felipe.
    ¿Quieres conocerlo?
    Pues vamos, que ahora no tengo nada que hacer, le responde Felipe.
    Se van los dos atlantes a conocer el departamento de Manolo. Al entrar al edifico Felipe se da cuenta que el nombre de Manolo se encuentra en dos departamentos, uno en el piso cinco y el otro en el piso seis. Felipe le pregunta:
    Eh Manolo, ¿Por qué has comprado un departamento en el piso seis y otro en el piso cinco?
    Manolo responde sorprendido:
    Pues hombre, acaso no es obvio, para tener sótano.
  4. Estaba un japonés, un estadounidense y un mexicano en el edifico más grande del mundo.
    El japonés le dice al resto:
    Les propongo un reto, ustedes deberán ir a la sima de ese edificio y aventar su reloj desde el último piso, y venir corriendo abajo y agarrarlo con la mano.
    Todos Aceptan. Primero va el japonés y lo avienta, baja corriendo, pero lo encuentra destruido.
    Luego va el estadounidense lo avienta, baja corriendo pero, lo encuentra igual que el japonés.
    Y el último va el mexicano lo avienta, baja caminando, cuando llega abajo no lo ve mira para arriba y se va a tomar una malteada, se va con sus amigos y se duerme; después de un rato vuelve y lo acacha con la mano.
    ¡Increíble!, dicen el japonés y el otro, y le preguntan:
    ¿Cómo le hiciste?
    Y responde el mexicano:
    Es que lo atrasé una hora.