Chistes de Hambriento

Estos son los 10 chistes de hambriento y más graciosos bromas sobre hambriento que matan de risa. Lea chistes acerca hambriento que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de hambriento para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre hambriento para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Había una vez un perro salchicha, que estaba tan hambriento, pero tan hambriento que se comió así mismo.
  2. Estaba Juanito viendo la tele cuando su mamá le grita:
    ¡Juanito¡ ¿Quién tomó del refrigerador el pastel que iba a compartir en la tarde con las señoras?
    Juanito dice:
    Yo mamá, se lo di a un niño que estaba hambriento.
    La mamá le dice:
    Ay que lindo, ¿Y quién era ese niño hijito?
    Juanito dice:
    ¡Yo mamá!
  3. Una mujer le pregunta a su esposo:
    - Amor, si un león hambriento nos atacara a mí y a mi mamá, ¿a quién salvarías primero?
    - Pues al león, sin dudarlo!
  4. Un hombre estaba hambriento en EU y no sabía hablar ingles, entro a un restarante y de lo único que se acordo en ingles fue chicken.
    Entonces se acerco y dijo chicken el que lo atendía le pregunta alone, y este le dice sí, alon, pechugon y murlon.
  5. Un payaso internacional iba en un avión con retraso para hacer su presentación y debido a esto aprovechó para pintarse en el avión, se puso su peluca de mil colores, sus pantalones de colores y sus zapatos como de medio metro para estar preparado para hacer su presentación en cuanto el avión aterrizara. De pronto el avión empieza a fallar y cae cerca de una tribu de caníbales falleciendo todas las personas que iban en ese vuelo.
    Viendo esto los caníbales se acercan, y como estaban muy hambrientos empiezan a comerse a la gente, pero nadie se atrevía a comerse al payaso porque lo vieron muy extraño, hasta que al fin uno de los caníbales decidió comérselo. Al ver los demás esto le preguntaron:
    ¿A qué sabe esa cosa extraña?
    Y el caníbal contestó:
    No sé, sabe medio chistoso.
  6. Una mañana un huevito se encontró perdido en medio de un pueblo pobre, pobre, pobre.
    Estaba buscando la salida del lugar en medio de calles solitarias, cuando de pronto vio a un poblador hambriento asomar la cabeza por una esquina y que lo miraba con ojos que parecían decir:
    Ah, que suerte, ¡Qué rico desayuno!
    Entonces, se dio media vuelta y comenzó a caminar en sentido contrario. El poblador empezó a seguirlo. El huevito sin detenerse vuelve la cabeza y nota que ya son dos los pobladores que lo siguen y apura el paso. Mira otra vez y son cuatro, y luego eran diez, y luego veinte; vuelve a mirar y ve toda una turba corriendo tras él. Entonces, el huevito se pone a correr desesperado, en su afán de huir da vuelta por una esquina y se encuentra con un bistec (carne de res a la parrilla) descansando apoyado en una pared y muy tranquilo. El huevito le dice gritando y sin dejar de correr:
    ¡Corre, salva tu vida, atrás viene una turba! ¡Corre!
    A lo que el bistec tranquilo responde:
    Corre tú, el lio es contigo.
    ¡Porque a mí, en este lugar nadie me conoce!
  7. Era una vez un señor que tenía una gata y ya no la quería más, entonces se fue al monte y la tiró. Después de unos días la gata regresó, y el señor se la llevó y la tiró del otro lado del monte, y la gata volvió. Entonces, le preguntó a su compadre, cómo lo podía hacer para que no volviera y éste le dio algunas indicaciones.
    El señor le da las indicaciones, cruza el monte, ve al río y crúzalo, voltea a la derecha, luego a la izquierda, otra vez a la derecha, cruza el puente y deja la gata.
    Después de una semana el señor llegó con el compadre todo sucio, cansado, hambriento, desvelado y sediento, y el compadre le pregunta:
    ¿Cómo te fue?
    Y el señor le contesta:
    Hombre compadre, si no es por la gata, ¡no regreso!
  8. Un tipo hambriento entra a un restaurante; se sienta en una mesa sucia y ordena:
    ¡Ea, mesero, venga aquí por favor!
    Pero nadie le hace caso.
    Insiste:
    ¡Oiga, mesero, venga por favor!
    Nuevamente, nadie le hace caso.
    Mientras espera, mira hacia la mesa y ve a 15 hormigas 'punk' en motos, armadas con bates, cadenas, navajas y látigos persiguiendo a una sola. La hormiga solitaria vestía chamarra negra, pantalón de cuero, botas negras y conducía una motocicleta plateada.
    El hombre, asombrado, observa como el grupo de 15 hormigas intenta atrapa a la hormiga solitaria, cuando, de pronto, la hormiga solitaria da un giro de 180 grados en su vehíc**..., saca un látigo y de un sólo golpe tumba a 6 hormigas; se da la vuelta y sigue su camino.
    Las cosas se están poniendo buenísimas, pensó el tipo. Hasta el apetito se le había quitado.
    La persecución continuaba, y todas iban a la máxima velocidad esquivando vasos y platos, de improviso, la solitaria saca del bolsillo una bomba de humo; enciende la mecha y la arroja hacia la pandilla. El humo se expandió rápidamente haciendo que las perseguidoras tuvieran poca visibilidad y dos hormigas más cayeron al suelo. Ahora únicamente quedaban 7.
    Varias hormigas le arrojaban navajas tratando de agujerear las llantas. Pero la hormiga era sorprendente y se movía de lado a lado. Colérica, la hormiga jefe, una enorme roja, bien fortachona, saca una cadena larga y le pega un latigazo en el brazo a la solitaria. Ésta perdió el equilibrio y se estrelló contra un grano de arroz; rápidamente la hormiga se levantó y se subió a la moto, pero cuando levantó la mirada estaba rodeada. Las 7 hormigas punk, irritadas, sacaron sus armas; empiezan a acelerar sin avanzar, la otra hace lo mismo. Entonces las punk aceleran a toda velocidad con las armas al frente, la solitaria saca una cadena y de pronto...
    Llega el mesero y limpiando la mesa dice:
    ¿Qué le sirvo, señor?
  9. Un hombre llega a un pueblo en busca de trabajo y le informan que en la única parte que hay vacantes es en el circo ruso que están instalando. Sin pensarlo mucho el hombre va y se presenta solicitando una vacante; el dueño del circo le informa que se requiere una persona osada, valiente y seductora y que debe demostrarlo pasando por tres pruebas:
    La primera es tomarse tres botellas de vodka balanceándose en un trapecio a 20 metros de altura, sin caerse, ni derramar ni una gota de licor.
    La segunda es encerrarse en una jaula a peinar a un león hambriento
    Y la tercera es seducir sexualmente a la contorsionista más bella del circo.
    El candidato acepta las pruebas y se sube como puede con sus 3 botellas de vodka al trapecio para cumplir con la primera de ellas. Cumple con este primer reto y baja completamente borracho a encerrarse con el león hambriento.
    En esta segunda prueba se demora más de cuatro horas, durante las cuales e escuchan toda clase de ruidos mezclados con los gritos del hombre y los rugidos del animal salvaje.... Finalmente sale con sus ropas destrozadas, rasguñado, mordido, sangrando, y aún con pelos de león en su boca dice:
    - Listo: segunda misión cumplida; ahora donde está la mujer a la que tengo que PEINAR?..!!!!!
  10. Abandonar a un gato Un señor que tenía una gata, estaba harto de que le arañase todos los muebles de la casa y no sabía como deshacerse de ella, se fue al monte y la dejo abandonada. Después de unos días la gata regresó.
    El señor se la volvió a llevar y la tiró del otro lado del monte, y la gata volvió. Desesperado, le preguntó a un amigo, cómo lo podía hacer para que no volviera y éste le dio algunas indicaciones:
    - Cruza el monte, ve al río y crúzalo, gira a la derecha, luego a la izquierda,otra vez a la derecha, cruza el puente y deja la gata.
    Después de una semana, se encuentra con el amigo, todo sucio, cansado, hambriento, desvelado y sediento, y le pregunta:
    - ¿Cómo te fue?
    - Qué quieres que te diga, que si no es por la gata, ¡no regreso!



chistes de hambriento

Contar chistes de hambriento es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.