Chistes de Violencia
Estos son los 6 chistes de violencia y más graciosos bromas sobre violencia que matan de risa. Lea chistes acerca violencia que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de violencia para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre violencia para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- No a la violencia.
Firma: Rambo. - como matar a tres elefantes sin violencia a uno le pones un calson rosa y se mure de verguensa y los otros dos se mueren de risa
- ¿Cómo matarías a tres elefantes sin violencia?
1. A uno le pones un calzón rosa, y se muere de vergüenza.
2. Y los otros 2 se mueren de risa. - La última moneda Una madre que estaba comiendo con su hijo de 10 años en un restaurante
Al pagar deja una propina y en un descuido el niño se mete un euro en la boca y se atraganta
En eso la madre empieza darle palmadas en la espalda, golpes y demás pero el niño no la escupe y entra en momentos de asfixia, lo cual la madre empieza a gritar pidiendo auxilio !!
En esto un señor que también comía allí, se levanta todo tranquilo, sin mediar palabra todo con tranquilidad llega hasta el niño , le baja los pantalones y le aprieta los testículos con fuerza, dándole un tirón hacia abajo con bastante violencia ,
El pobre chico ante el dolor inaguantable expulsa la moneda
El hombre vuelve a su mesa con la misma parsimonia que había llegado
Al cabo de unos minutos se acerca la madre para darle las gracias al señor y le pregunta es
- ¿Usted medico?
- NO - responde el caballero - SOY FUNCIONARIO DE HACIENDA experto en tocar los cojones hasta sacar la última moneda. - Un agricultor tiene un peral que sólo le produce 12 peras al año, pero que cada pera pesa alrededor de unos 3 kilos, y por ello está muy orgulloso.
Todos los días va al peral a ver las peras y a sacarles brillo, y mientras tanto todos los días cuenta las peras.
Un buen día se da cuenta que le falta una pera y se enfada, así que se queda todo el día para pillar al ladrón, pero al volver al día siguiente, observa que le faltan ya dos peras, así que monta guardia junto al peral de día y de noche para pillar al ladrón.
Efectivamente, por la noche se acerca una persona y cuando está encima del peral, le agarra y lo da una vuelta, al tiempo que pregunta:
¿Quién eres?
A lo que el supuesto ladrón le responde:
¡Uhmmmm!
Como no le responden, agarra nuevamente al tipo y le pregunta:
¿Quién eres?
Este de nuevo vuelve a responder:
¡Uhmmmm!
Enfadado el agricultor porque no le responden agarra al tipo y le da varias vueltas con mucha violencia y pregunta:
¿Quién eres?
Pero en esta ocasión con una tenue voz se escucha:
Soy Juan.
A lo que el agricultor le interpela:
¿Qué Juan?
y le responde:
¡El Mudo! - Un conductor de camión que transporta 75 toneladas de nitroglicerina, cuando viaja en lo más alto de un puerto de montaña se da cuenta de que no tiene frenos y empieza a descender cada vez más rápido.
El camión va derrapando como si fuese una moto, esquivando como puede a los que vienen en dirección contraria.
Va rebotando todo el rato, porque el pavimento de la carretera esta lleno de baches, y de vez en cuando choca ligeramente con el muro que hay al lado de la carretera.
El conductor intenta en vano encontrar algún desvío, y al final el camión se sale de la carretera por una curva que cae por un precipicio profundísimo.
El desgraciado conductor intenta quitarse el cinturón de seguridad, pero se ha atascado; mientras el camión va cayendo, se las arregla para cortarlo con una navaja que se le escurre entre los dedos varias veces, porque los tiene llenos de sudor. Intenta abrir la puerta, pero en uno de los choques contra el muro se ha deformado y es imposible moverla, así que agarra el extintor y empieza a golpear el parabrisas; como es de vidrio muy resistente le cuesta mucho, pero al final consigue romperlo y salta.
Sin embargo, se engancha con los pantalones en uno de los hierros; intenta soltarse, pero es imposible, así que se los quita y por fin sale del camión. A pesar de que no ve nada, porque ha perdido sus gafas, consigue agarrarse a una ramita.
En ese momento, el camión explota con tanta violencia que a su alrededor cae una lluvia de fragmentos ardiendo y se produce una avalancha encima suyo.
El hombre aguanta como puede los golpes de las piedras en la cabeza, pero la ramita es demasiado pequeña y se desprende.
El camionero baja rodando por el barranco, golpeándose con todas las piedras, casi pierde el conocimiento, hasta que consigue agarrarse a un cactus y cree estar a salvo; sin embargo, debajo de esa rama hay una colmena.
Nuestro hombre es alérgico al veneno de las abejas, pero como no puede soltarse porque la caída seria mortal, aguanta impasible sus picaduras.
Transcurre un rato que le parece una eternidad hasta que oye unos gritos; le dicen que le han visto y que van a llamar a la policía y a servicios médicos para que le atiendan.
No hay ningún teléfono cerca, así que tienen que ir hasta el pueblo mas cercano, a 20 kilómetros de distancia; un atasco impide que la ayuda llegue pronto, y cuando llega la policía se dan cuenta de que van a necesitar cuerdas para llegar hasta él fondo para rescatarle, y vuelven a por ellas.
El camionero aguanta varias horas bajo el sol ardiente, que le produce quemaduras de tercer grado, pero al final es rescatado.
Entonces uno de sus salvadores le dice:
- Gracias a Dios se ha salvado.
- No, gracias a Dios no, me he salvado gracias a ese cactus, porque las intenciones de Dios estaban bien claras....