Chistes de Infortunio

Estos son los 4 chistes de infortunio y más graciosos bromas sobre infortunio que matan de risa. Lea chistes acerca infortunio que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de infortunio para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre infortunio para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Expone con quien deambulas y tu idiosincrasia auguraré.
    (Dime con quién andas y te diré, quién eres)

    Espécimen avícola en cavidad metacarpiana, supera a congéneres revoloteando en centenar.
    (Más vale un pájaro en la mano, que cien volando)

    Ausencia de percepción ocular, insensibiliza al órgano cardiaco.
    (Ojos que no ven, corazón que no siente)

    Equino objeto de dádiva, no amerita auscultación odontóloga.
    (A caballo regalado, no se le miran los dientes)
    Quien a ubérrima flora leñosa se adosa, optima umbría le entolda.
    (El que a buen a árbol se arrima, buena sombra le cobija)

    El globo ocular del prefecto, obeso a los bovinos torna.
    (El ojo del amo, engorda el ganado)

    A adversa perturbación meteorológica, extiende una faz jocunda.
    (A mal tiempo, buena cara)

    Infusión que no ingieras, permítele que por su cauce discurra.
    (Agua que no has de beber, déjala correr)

    Alberga aves paseriformes, y arriesga pérdida de los órganos oftálmicos.
    (Cría cuervos y te sacaran los ojos)

    No existe infortunio que por sinecura no se transe.
    (No hay mal que por bien no venga)
  2. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  3. Los piratas de los siete mares:
    Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
    El segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
    Entonces el capitán gira instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
    ¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
    Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
    Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
    ¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
    Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
    Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
    Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
    Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
    Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
    A esto el capitán contesta:
    Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
    Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
    Tres días después el segundo de abordo grita:
    ¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
    ¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
  4. Refranes para la gente culta:

    Expone con quien deambulas y tu idiosincrasia auguraré.

    (Dime con quién andas y te diré, quién eres)

    Espécimen avícola en cavidad metacarpia, supera a congéneres revoloteando en
    centenar.
    (Más vale un pájaro en la mano, que cien volando)

    Ausencia de percepción ocular, insensibiliza al órgano cardial.
    (Ojos que no ven, corazón que no siente)

    Equino objeto de dádiva, no amerita auscultación odontóloga.
    (A caballo regalado, no se le miran los dientes)
    Quien a ubérrima flora leñosa se adosa, optima umbría le entolda.
    (El que a buen a árbol se arrima, buena sombra le cobija)

    El globo ocular del prefecto, obeso a los bovinos torna.
    (El ojo del amo, engorda el ganado)

    A adversa perturbación meteorológica, extiende una faz jocunda.
    (A mal tiempo, buena cara)

    Infusión que no ingieras, permítele que por su cauce discurra.
    (Agua que no has de beber, déjala correr)

    Alberga aves paseriformes, y arriesga pérdida de los órganos oftálmicos.
    (Cría cuervos y te sacaran los ojos)

    No existe infortunio que por sinecura no se transe.
    (No hay mal que por bien no venga)