Chistes de Temor

Estos son los 12 chistes de temor y más graciosos bromas sobre temor que matan de risa. Lea chistes acerca temor que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de temor para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre temor para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Tres cervezas Entra un hombre en un bar y el camarero educadamente le pregunta:
    - ¿Qué le sirvo?
    A lo que el hombre le contesta:
    - Me sirve... tres cervezas.
    - ¿tres cervezas? - Le pregunta el camarero sorprendido.
    - Si, una para mí, otra para ti, y otra para tu p**... madre.- Le contesta el hombre.
    El camarero sorprendido y a la vez mosqueado se aguanta las ganas de darle un buen puñetazo, por respeto y por temor a ser despedido, ya que piensa... puede que sea la última vez que venga por allí, y no merece la pena ponerse a malas….. por lo que le sirve las tres cervezas.
    Al día siguiente el camarero al poco de abrir el bar, ve sorprendido que acaba de entrar el mismo hombre del día anterior.
    El hombre se acerca hasta él y le dice:
    - Quiero que me sirvas 3 cervezas.
    El camarero con precaución por lo sucedido el día anterior le vuelve a preguntar:
    - ¿Tres cervezas?, vamos a ver ¿hoy para quién son?
    El hombre le responde:
    - Una para mí, otra para ti, y otra para tu p**... madre.
    El camarero no se puede aguantar las ganas, sale de la barra y le da una buena paliza. Al final el hombre se va magullado y casi sin poder andar. El dueño del bar que ha visto lo sucedido no despide al camarero, ya que cree que el comportamiento de su empleado ha sido justificado.
    Al día siguiente el camero colocaba está colocando las jarras de cerveza, cuando todo incrédulo ve aparecer por la puerta al mismo hombre con un ojo morado, la pierna derecha vendada y el brazo izquierdo en cabestrillo. El hombre se acerca a él y le dice:
    - Quiero 2 cervezas.
    El camarero bastante mosqueado le pregunta.¿Dos cervezas, para quién?,
    - Una para mí, y otra para tu p**... madre. Para ti nada, que te sienta mal el alcohol y te pones muy nervioso.
  2. Resulta que el papá de los tres cochinitos tenía que ir de compras, entonces les dijo a sus hijos:
    Si el lobo llega a tocar la puerta, uno de ustedes pregunta con voz gruesa, quién toca la puerta.
    A los 30 minutos que el papá se ha ido, se oye que el lobo toca la puerta, entonces el cochinito mayor por ser el más grande toma la responsabilidad y dice:
    ¿Quién toca la puerta?
    El lobo por oír esa voz como si fuera la del papá sale corriendo, pero vuelve a los 50 minutos y toca la puerta aún mas duro, esta vez por orden de tamaño y estatura le toca al cochinito del medio y éste con más fuerza grita:
    ¿Quién toca la puerta?
    Y el lobo de la misma manera de la vez pasada salió corriendo. A los 60 minutos y pensando la tercera es la vencida va el lobo, y de una manera muy enojada toca la puerta, esta vez le tocaba al cochinito más pequeño, pero con el temor de enfrentarse al lobo fue como si fuese el más grande de los tres y de una manera eufórica grita:
    ¡Quién toca la peta!
  3. Un chico tiene ke ir al dentista despues de haber hecho un 69 con su novia, ante el temor de ke le huela la boca a c**..., se lava los dientes 358 veces, se pasa la seda dental 38 veces y se enjuaga con listerine 80 veces.Cuando por fin esta en el dentista va éste y le dice:
    -mira ke hacer un 69 antes de venir al dentista...
    el tio avergonzado le contesta:
    -vaya doctor, lo ha sabido por el olor a c**... verdad??
    y el dentista responde:
    - no por ke le huele la frente a c**.......
  4. El capitán valiente Hace mucho tiempo vivió un hombre de mar, el Capitán Bravo. Era muy valiente y jamás mostró temor ante un enemigo. Una vez, navegando los siete mares, el vigía vio que se acercaba un barco pirata, y la tripulación del barco se volvió loca de terror. El capitán Bravo gritó
    - Traigan mi camisa roja!!
    y llevándola puesta instigó a sus hombres al ataque, y vencieron a los piratas. Unos días más tarde, el vigía vio dos barcos piratas. El capitán pidió nuevamente por su camisa roja, y la victoria volvió a ser suya.
    Esa noche, sus hombres le preguntaron por qué pedia la camisa roja antes de entrar en batalla, y el capitán contestó:
    - Si soy herido en combate, la camisa roja no deja ver mi sangre, y mis soldados continúan peleando sin miedo.
    Todos los hombres quedaron en silencio, maravillados por el coraje de su capitán.
    Al amanecer del día siguiente, el vigía vio no uno, no dos sino DIEZ barcos piratas que se acercaban. Toda la tripulación dirigió en silencio sus ojos al capitán, que con voz potente, sin demostrar miedo, gritó:
    - Tráingame mis pantalones marrones!
  5. En cierta ocasión un tipo visita el zoológico. Al pasar por la jaula de los monos, se da cuenta que un mono se le queda mirando muy fijamente. De pronto, el mono con la mano le dice que se acerque, el tipo comienza a mirar por un lado y otro y se da cuenta que no hay nadie y el tipo extrañado le responde en señas:
    ¡Me llamas a mí!
    Y el mono le contesta con la cabeza:
    ¡Sí!
    El tipo con temor se le acerca a la jaula y el mono le dice en voz baja:
    ¿Dime el nombre del abogado que te sacó de la jaula?
  6. Una profesora de primero explicaba en clase que ella era seguidora del reggaeton, a lo cual, pidió a los alumnos que levantaran la mano en caso de ser también reggaetoneros.
    Todos en la clase, por temor a represalias por parte de la maestra, levantaron la mano diciéndose reggaetoneros.
    Excepto una niña del fondo de la clase.
    La profesora miró a la niña con sorpresa y le dijo:
    - Lupita, ¿por qué no has levantado la mano?
    - Porque yo no soy fanática del reggaeton, respondió la alumna.
    Con gran extrañeza, la profesora extrañada lanzó otra pregunta:
    - ¡Vaya!, si tú no eres del reggaeton, ¿cuál es tu tipo?
    La niña, incorporándose, dijo con gran seguridad y mucho orgullo: - ¡Soy del rock! y estoy muy orgullosa de ello.
    La profesora no daba crédito a lo que sus fanáticos y reggaetoneros oídos escuchaban
    - Lupita, hija mía, ¿qué pecado has cometido para ser del heavy metal?
    - Mi madre es aficionada del rock, mi padre es fanático del rock y mi hermano también es aficionado del rock, por eso claro, ¡yo soy del rock! dijo convencida y orgullosa.
    - Bueno - dijo irritada la profesora - eso no es motivo para ser del rock. Tú no has de ser siempre lo mismo que tus padres.
    A ver, si tu madre fuera p**... y drogadicta, tu padre un vago, alcohólico y traficante, y tu hermano gay, entonces, ¿tú qué serías?
    - Seguramente reggaetonera - respondio la niña.
  7. Un camionero se encontraba trasladando a un grupo de pingüinos hacia el circo. Al pasar por un pueblo, se le estropeó el camión. Ante el temor de que no llegasen a tiempo los animales, le dijo a un pueblerino que pasaba por allí:
    - Oiga, ¿le importaría llevar a estos pingüinos al circo?, le doy cien euros.
    - Sí, hombre, ahora mismo voy.
    El caso es que el camionero arregló su camión, se dirigió al circo y preguntó:
    - ¿Han llegado los pingüinos?
    - Qué pingüinos, si aquí no ha venido nadie...
    El hombre del camión regresa al pueblo y, en el camino, se encuentra a los pingüinos en fila, con el aldeano por detrás con una vara.
    - Pero, hombre, ¿no le di cien euros para que llevara a los pingüinos al circo?
    - Sí, señor, y con los 50 que han sobrado, los llevo al cine.
  8. Entra un señor en un bar..., el camarero educadamente le pregunta:
    - ¿Qué desea?
    A lo que el señor le contesta:
    - Quiero... 3 cafés.
    - ¿3 cafés? - Le pregunta el camarero sorprendido.
    - Si, uno para mí, otro para ti, y otro para la zorra de tu
    madre.- Le contesta el señor.
    El camarero atónito y mosqueado se aguanta las ganas de darle un puñetazo por decoro y por temor a que le despidan, y piensa...
    quizás sea la última vez que venga por aquí, y no merece la pena.
    Pone los tres cafés.
    Al día siguiente el camarero acaba de abrir el bar, cuando de nuevo sorprendido ve como el mismo señor del día anterior entra en el bar.
    El señor se acerca hasta él y le dice:
    - Quiero que me ponga 3 cafés.
    El camarero precavido por el día anterior le vuelve a preguntar
    - ¿3 cafés?, a ver ¿para quién son?
    El señor le contesta:
    - Uno para mí, otro para ti , y otro para la zorra de tu madre.
    El camarero no se aguanta las ganas, sale de la barra y le da una paliza de código rojo. Al final el señor se va casi sin poder caminar, pero el dueño del bar no despide al camarero puesto que ve que el comportamiento del camarero ha sido justificable.
    Al día siguiente el camero colocaba las tazas de café, cuando todo incrédulo ve aparecer al señor por la puerta con un ojo morado, la pierna vendada, el brazo en cabestrillo. El señor se acerca a él y le dice:
    - Quiero 2 cafés.
    El camarero enrarecido le pregunta, dos cafés, para quién?
    - Uno para mí, y otro para la zorra de tu madre. Para ti no, que te pones muy nervioso... O_o
  9. Jorge, con sus 80 años, va a hacerse el chequeo anual.
    Todos los análisis tienen resultados normales, por lo que el Dr. García le dice:
    - Bueno Jorge todo indica que está usted muy bien desde el punto de vista físico. Pero, ¿cómo se siente mental y emocionalmente? ¿Disfruta usted de paz interior? ¿Mantiene una buena relación con Dios?
    Jorge responde:
    - Dios y yo estamos muy ligados. Fíjese doctor: como Él sabe que soy muy corto de vista, cuando voy al baño por la noche, Él me enciende la luz y, cuando termino, me la apaga.
    - ¡Que bárbaro! -dice el médico- ¡Parece increíble!
    Un par de horas más tarde, el Dr. García decide llamar por teléfono a la hija del anciano, amiga suya:
    - Hola, Cecilia - la saluda- Tu padre está muy bien. Físicamente un diez. Pero te llamo porque tengo ciertos temores en cuanto a su relación con Dios. ¿Es cierto que cuando se levanta por la noche, se enciende sola la luz del cuarto de baño y, cuando termina, la luz se apaga?
    - ¡Madre mía! -dice Cecilia-. ¡Otra vez está meando en la nevera...!
  10. Este es el chiste de un perrito mentiroso que se encuentra perdido en medio de una jungla. El perrito mentiroso casi se murió del miedo cuando vio unos huesos en la tierra cerca de él. De repente a lo lejos aparece un león, el perrito se puso a pensar y dijo:
    Ahora ya me llegó la hora, pero no me quedaré con los brazos cruzados, voy a pensar en algo.
    Y el Perrito se acuesta panza arriba a la par de los huesos, y cuando el león se acerca, el perrito con voz ronca dice:
    Ay, que rica la carne de león, con mucho gusto me comería a otro león, lástima que sólo había un león.
    Al escuchar el león lo que el perrito dijo le entró un temor, y cuando vio al perrito salió corriendo como una bala alejándose del lugar lo antes posible, el perrito lo llamaba, pero el león no escuchó y siguió corriendo. Después de haber corrido como 5 Km. el león se encuentra con un monito que conocía al perrito y el león le cuenta lo que había visto, el monito riéndose le dice al león:
    Te tomaron como tonto, yo conozco a ese perrito, es un gran mentiroso, ven conmigo, te llevaré donde él y te darás cuenta que es un mentiroso.
    El monito se encarama en la espalda del león, y cuando se acercan al perrito, el perrito los ve y dice:
    Monito, se quiere desquitar conmigo por la estafada que le di la vez pasada, pero voy a pensar en algo, no me voy a quedar con los brazos cruzados.
    Cuando el monito y el león están frente del perrito, el perrito antes que hablara el monito le grita:
    ¡Monito inútil, te dije que me consiguieras dos leones para comerme, no uno!
  11. Dos marcianos descendieron de su platillo volador. Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!
  12. Los marcianos por la estación de gasolina
    Dos marcianos descendieron de su platillo volador.
    Era de madrugada; en las calles de la ciudad no había gente. Pasaron los extraterrestres por una gasolinera. El que iba adelante se planta frente a una de las bombas y le ordena con voz ronca y gutural:
    ¡Condúceme ante tu jefe!
    El otro marciano se acerca a su compañero y le dice al oído:
    No te metas con ese tipo, es peligroso.
    ¡Bah!, se burla el primero, es sólo un terrícola, hará lo que yo le mande.
    Diciendo esto, le apunta a la bomba con su rifle de rayos y le ordena otra vez:
    ¡Llévame con tu jefe!
    La bomba, claro, no responde.
    Déjalo en paz, vuelve a recomendar el otro marciano con temor, te digo que ese sujeto es peligroso.
    ¡Conmigo no!, exclama su compañero.
    Y diciendo esto dispara un rayo contra la bomba de gasolina.
    ¡BRRROOOOOM! Se produce una explosión terrible, los dos marcianos saltan por el aire y van a caer todos maltrechos unos cientos de metros más allá.
    ¡Tenías razón! Gime el marciano que había disparado.
    ¿Cómo supiste que el individuo ése era peligroso?
    A lo que el otro responde penosamente:
    Alguien que se da tres vueltas al cuerpo con una manguera, y luego se la cuelga en la oreja, ¡tiene que ser un tipo peligroso!



chistes de temor

Contar chistes de temor es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.